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El cabeza de familia

Pitu (el primero por la derecha en la fila de arriba) posó junto a sus jugadoras y el presidente del Bembrive para celebrar el ascenso a Segunda.
photo_camera Pitu (el primero por la derecha en la fila de arriba) posó junto a sus jugadoras y el presidente del Bembrive para celebrar el ascenso a Segunda.
Roberto García 'Pitu'  es el entrenador del Bembrive femenino que ha ascendido a Segunda
En todas las familias hay una persona que lleva la voz cantante. Que tira de los demás, los sostiene, los empuja. Que anima cuando hace falta aliento, que corrige cuando se tuerce el renglón. En una breve conversación con él, Roberto García 'Pitu' insiste hasta la saciedad en la cercanía que reina en el Bembrive. "Somos una familia", repite una y otra vez. 
Es una ideosincrasía que Pitu conoce bien tras doce años en la entidad, en los que dirigió al equipo masculino y, desde hace tres años, de nuevo al femenino, con el que ha ascendido a Segunda División. "No teníamos esas pretensiones al inicio de temporada", comenta.
Pero el camino se hace al andar. Poco a poco, el Bembrive fue creciendo en la competición, sobre todo a partir de la incorporación de Claudia. "Su experiencia en División de Honor nos dio un salto de calidad muy importante", reconoce. Ese crecimiento llevó al equipo a empatar a puntos con el líder, el Celanova, hasta que la pandemia lo dejó todo paralizado. Hubo que esperar a que cristalizase, pero finalmente se confirmó el ascenso hace una semana. "Estamos muy contentos", reconoce.
Pero ya se sabe que lo difícil no es tanto llegar como mantenerse. Pitu ya trabaja en la confección de una plantilla con marcado carácter continuista para pelear por la permanencia. "Tienen un enorme margen de mejora", sostiene el preparador, que destaca la juventud de sus jugadoras. En ese sentido, el exjugador de Primera División no se corta en decir que las mujeres "son mucho más dedicadas y responsables" que los hombres a la hora de trabajar.
"Vivimos esto con mucha ilusión", refrenda Pitu, que es consciente de que va a ser "muy complicado" para el Bembrive competir en categoría nacional. "Quería reforzar el equipo pero es difícil", reconoce el entrenador, que lamenta las estrecheces económicas. Aún así, promete dar guerra. Y lo hará, con la fuerza de la familia. n

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