Reparto de puntos por culpa de un penalti inexistente

Iago Aspas (d) celebra con sus compañeros, su gol
photo_camera Iago Aspas (d) celebra con sus compañeros, su gol
Valladolid y Celta firmaron las tablas en un partido con pocas ocasiones y mucha intensidad.
El Celta se siente bien. Pero sabe por experiencia que ese bienestar inicial, propiciado por el empate y la victoria que ha hilado en las dos primeras jornadas de Liga, puede ser pasajera. O, incluso, un engaño. Por eso confía en aprovechar la visita de hoy a un campo de esos incómodos como el José Zorrilla para demostrar ante el Valladolid –ese equipo que lleva dos permanencias más que meritorias con una economía de guerra y unas plantillas modestas– que la nueva idea que quiere implantar el técnico celeste, Óscar García Junyent, está ya interiorizada y va creciendo con el paso de los minutos para convertirse en una identidad.
Ni siquiera la lesión de David Juncá, que reduce el número de convocados, ha borrado la sonrisa de los rostros de los célticos esta semana. El triunfo ante el Valencia ha hecho mucho bien, sobre todo porque vino acompañado de minutos de buen fútbol. El equipo vigués ya sabe cómo quiere jugar y se siente capacitado para conseguirlo. En tal tesitura, incluso se nota fuerte físicamente.
Ahora, toca demostrar esa convicción ante un Valladolid que no engaña en su posibilismo meritorio. Quizás no es el suyo el fútbol más barroco –aunque para darle ciertos trazos ha fichado al excéltico Fabián Orellana– pero tiene como virtud principal su capacidad para competir siempre. Seguridad atrás y velocidad arriba para ir sumando los puntos que, una temporada más, lo mantengan en la élite. Y no hay que olvidar que con esa misma receta ha superado con creces al Celta en las dos anteriores campañas.
Lo positivo de las dos primeras jornadas invitar a no realizar demasiados cambios en la apuesta en cuanto a nombres, aunque Óscar García Junyent ya demostró ante el Valencia que todavía no tiene un once totalmente definido. No habrá sorpresa alguna en la portería, con Iván Villar creciendo en confianza y en capacidad. Y tampoco se esperan en defensa, con Hugo Mallo y Lucas Olaza por bandas y Joseph Aidoo y Jeison Murillo en el centro de la defensa.
En la medular, Renato Tapia se ha ganado el calificativo de fijo con apenas dos partidos en sus piernas. Más discutidos están sus acompañantes. En la primera jornada fueron Okay y Brais y en la segunda, Beltrán y Denis. Todos ellos cuentan con opciones, aunque la fuerza del turco parece darle ventaja.
Y arriba, es impepinable la presencia de Aspas, autor de los dos goles que acumula el Celta. Nolito y Emre Mor confían en seguir siendo sus escuderos y rendimiento han dado como para ello.
Enfrente, un Valladolid que lamenta numerosas bajas pero que quiere fijar su fortaleza en el grupo. Orellana volverá a medirse al Celta, esta vez con la camiseta pucelana, y él y Sergi Guardiola son el mayor peligro en ataque.n 

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