Atletismo

Bronce en la fiebre del oro

Aroa Sío saluda al público en la línea de llegada de la ciudad californiana de Auburn.
photo_camera Aroa Sío saluda al público en la línea de llegada de la ciudad californiana de Auburn.
La viguesa Aroa Sío terminó tercera en la Canyons Endurance disputada en California

Los buscadores de oro abandonaron sus casas y su miseria. Con un caballo, un mulo o a pie, recorrían kilómetros hacia la bifurcación norte del American River. El amplío río en la localidad de Auburn que levantó pepitas de oro. Su aparición dio lugar a la fiebre de este metal. En la actualidad, el oro está en la industria del turismo, de miles de estadounidenses que escapan de las grandes ciudades californianas para disfrutar de los bastos bosques entre cañones y allí, en este bello y duro paraje, persiguió la viguesa Aroa Sío su particular oro, que tenía un nombre atractivo, el ‘Golden Ticket’. 

“Era lo que buscaba. Eso lo recibían los dos primeros y me volví a quedar a las puertas, en el tercer lugar. Pero no estoy triste porque terminé con la sensación de darlo todo”, explica la atleta de Coruxo unos días después de terminar tercera (10 horas 11:43) en la Canyons Endurance de 100 kilómetros. Esas dos primeras posiciones le permitían competir en la carrera de alta montaña de 100 millas Western States en plenas montañas rocosas. “Al quedar tercera, a un pasito, estoy pendiente de que alguna de las que me ganó renuncié al ‘Golden Ticket’. La primera ya lo aceptó y la segunda lo está pensando”, explica Sío. Finalmente, también lo usará y la viguesa se ve obligada a ajustar el calendario.

Y, en cualquier caso, pasa por volver a Estados Unidos en tres semanas. “Haré la Broken Arrow, que es de tres etapas e iré a las tres para hacer la general”. Es el diseño que tiene marcado para la primavera y que sería regresar a California, a la tierra del oro. “Las carreras son buenas allí y así también conozco lugares nuevos”, escribe Sío. Eso sí, en este caso cambiará cumbres máximas de 1.600 metros por los más de 2.500 de las montañas alrededor del Lago Tahoe. 

En el horizonte, para el otoño, está el reto grande y ya conocido, el maratón del Mont Blanc, la mejor carrera de montaña del mundo, las finales del circuito UTMB. De hecho, “la Canyons es la Major de América de esta serie de carreras. Solo hay una en cada continente y, por eso el nivel es altísimo. Se clasifican para el Mont Blanc los diez primeros de cada sexo. Pero esa clasificación ya la tenía”, resume la viguesa. 

Aquellos cazadores de oro del siglo XIX pasaban penurias, frío en invierno y mucho calor en verano. También lo sufrió Aroa Sío para capturar no un oro, pero sí un bronce femenino. “Hacía muchísimo calor. Estábamos con una ola de calor, con 30 grados. Yo soy más de frío y lluvia. Tuve que llevar hielo en la mochila e hidratarme mucho para evitar un golpe de calor que me impidiera terminar la carrera. Lo supe llevar y me quedo con esa tercera posición”, describe. Puede parecer algo menor, pero atendiendo a la general es un extraordinario resultado porque la de Coruxo finalizó décima en una prueba con 389 corredores y cerca del centenar y medio de retirados. “Están los mejores del mundo. Estoy muy contenta y el equipo también. Volvemos pronto a Estados Unidos”, reitera.

En el presente curso, la viguesa Aroa Sío corre para la marca Craft y tiene acceso a pruebas de mayor nivel y a una vida profesionalizada. La firma es sueca, pero “también trabajan en Estados Unidos”. Eso sí, pasar más tiempo de viaje requiere un control del entrenamiento a distancia. “Hablo a diario con mi entrenador. Me controla a través de Strava y, después, yo le amplío la información con las sensaciones que tengo”, relata. Es la forma de maximizar el trabajo y obtener resultados. Por ahora, son buenos para la viguesa, que en 2023 vive un particular sueño americano en la tierra de la fiebre del oro.

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