El excéltico se reencuentra 32 jornadas después con el Celta habiendo triunfado en el Espanyol y con 16 goles anotados
Cuando Borja Iglesias se midió en la primera jornada de Liga al Celta en Balaídos, lo hacía sabiendo que el Espanyol había apostado por él con fuerza –pagó 10 millones de euros al club vigués por él, convirtiéndolo en el fichaje más caro del club barcelonés–. Pero no había tenido tiempo para demostrar nada en la máxima categoría. Mañana, vuelve a cruzarse en el camino del conjunto vigués convertido ya en lo que quería ser cuando dejó Vigo: el delantero de referencia de un equipo de Primera con un bagaje goleador apreciable. Tanto, que en Barcelona ya se habla de hacer negocio este verano con su venta. A Inglaterra, quizás.
El santiagués se ha convertido en un ariete más que fiable. Todo lo bueno que apuntó en Segunda B con el Celta B y en Segunda con el Zaragoza se ha confirmado en Primera. Por caprichos del calendario asimétrico, vuelve a enfrentarse al conjunto vigués 32 jornadas después de ese primer duelo. Y lo hace habiendo sido titular en todos los encuentros ligueros del Espanyol salvo tres. Y uno de ellos se lo perdió por sanción.
Siendo delantero, un valor fundamental a medir es el de goles marcador. Y en el Espanyol nadie se queja con sus 13 dianas en Liga, contando la del pasado fin de semana ante el Levante, y 3 en Copa. A los que añade un par de asistencias de gol. Pero, además, Iglesias es clave en el juego espanyolista con su labor arriba, bien aprovechando su corpulencia para jugar de espaldas, bien apoyándose en su velocidad para jugar al espacio.
Por momentos, el excéltico peleó por el título de máximo goleador español en la Liga. Y sigue haciéndolo, aunque ahora el listón lo ha puesto muy alto el céltico Iago Aspas tras su reaparición, acumulando ya 16 tantos en Liga. Sea como sea, Borja Iglesias será mañana una gran amenaza para el Celta.
