El nuevo FC Barcelona, de Ronald Koeman, examinará su ilusionante inicio de curso el próximo jueves frente al Celta en el estadio de Balaídos, donde el equipo azulgrana no gana desde 2015, cuando un gol de Jeremy Mathieu en el minuto 73 dio el triunfo al conjunto dirigido por Luis Enrique Martínez.
Desde entonces, el Barça no sabe lo que es ganar en Vigo, ni en LaLiga ni en la Copa del Rey: el club catalán visitó cinco veces el estadio celeste en la competición doméstica, con un balance de tres derrotas y dos empates.
Tras aquella derrota en abril de 2015, el Celta de Eduardo Berizzo se vengó con una goleada por 4-1 el 23 de septiembre de ese mismo año -jornada 5 del campeonato 2015-2016-.
Nolito, Iago Aspas, en dos ocasiones, y el sueco John Guidetti marcaron para los celestes, mientras que Neymar lo hizo para los azulgranas.
Esa fue, quizás, la derrota más dolorosa de esta etapa negra del Barça en el estadio vigués, donde la temporada pasada perdió sus opciones de pelear el título de Liga al Real Madrid tras empatar a dos goles, en un encuentro en el que Luis Suárez firmó un doblete y Aspas un golazo en el minuto 88.
Una temporada antes, el Celta de Fran Escribá aprovechó las numerosas rotaciones de Ernesto Valverde en su once inicial para sumar un triunfo clave (jornada 36, goles de Maxi Gómez y Aspas) en su carrera hacia la permanencia en la categoría.
El 4 de enero de 2018 ambos equipos empataron a un gol en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey, con goles de Pione Sisto para los vigueses y Jose Arnaiz para los visitantes.
La otra victoria celebrada por los aficionados del Celta en estos cinco años fue en la séptima jornada del campeonato 2016-2017, con otra exhibición del equipo dirigido entonces por Berizzo ante los de Luis Enrique.
Sisto, Aspas, Mathieu y Tucu Hernández fueron los goleadores del Celta ante un Barça que soñó con puntuar después de que Piqué marcara el 4-3 en el minuto 87.
