JAVI DÍAZ. Portero del Frigoríficos del Morrazo

"Del balonmano me gusta hasta el viaje más pesado"

Javi Díaz cumplirá su tercera temporada seguida en el Cangas.
photo_camera Javi Díaz cumplirá su tercera temporada seguida en el Cangas.

Javi Díaz (O Rosal, 1975) cumple mañana 45 años y tenía previsto retirarse del balonmano al final de la presente temporada, pero la irrupción del coronavirus le ha hecho cambiar de opinión y el próximo curso volverá a defender la portería del Frigoríficos del Morrazo, equipo con el que disputará su tercera campaña consecutiva y la vigésimo primera en la Liga Asobal.

¿Le costó tomar la decisión de seguir una campaña más?
Al final no me costó mucho, porque lo dejaba más que nada por la edad y por incorporarme lo antes posible al mercado laboral, que ya voy tarde, pero yo me encontraba bien, estaba haciendo una buena temporada y en ese sentido no tenía ninguna duda.

La próxima será su vigésimo primera campaña en la Liga Asobal, ¿es una cifra que produce orgullo o también da vértigo?
Un poco de todo. Sobre todo, significa que ya tengo una edad. Cuando empecé en Asobal en 1993 no contaba con estar tanto tiempo. Cuando debuté tenía 17 años y había gente que con treinta ya era veterana y estaba pensando en retirarse. Y yo ahora tengo 45 y estoy jugando a un buen nivel, así que es un orgullo y un poco de todo.

¿En qué ha mejorado más desde sus inicios y qué cree que ha perdido por el camino?
Es como todo en la vida. Con veinte años no eres igual que con cuarenta y cinco. De joven eres más pasional y ahora, más sensato. En cuanto al juego, tienes más facilidad para anticiparte a lo que va a suceder porque sabes por dónde van a ir las cosas, supongo que como en cualquier otro trabajo.

¿De cuál de estas temporadas en la élite guarda un mejor recuerdo?
De todas. Siempre digo lo mismo: el balonmano es mi hobby, me pagan por ello y disfruto todos los días de todo, de entrenar o de tomar un café con un compañero. Entonces me quedo con todas porque soy un privilegiado.

Debutó con el Octavio en 1993, un año Xacobeo, y se retirará en 2021, también Xacobeo, ¿casualidad o una señal?
No lo sabía. Casualidad (risas).

¿Cómo pasó los dos meses de confinamiento?
Al principio, cuando nos mandaron para casa, fue un poco una incógnita, pero como mi mujer está en banca y siguió trabajando y tenemos un niño de dos años, del que me tuve que ocupar yo, no fui muy consciente del confinamiento. Al final me absorbía las 24 horas y en el poco tiempo libre que tenía no veía la tele ni leía mucha prensa, así que lo pasé un poco por encima. No me gusta tanta información negativa y si pongo la tele prefiero ver una película o una serie en lugar de un telediario. Prefiero lo positivo a lo negativo.

Ahora que ya se puede salir, ¿ha vuelto a entrenar?
No (risas). Creo que fue el 13 de marzo cuando nos mandaron para casa. Ese día recogí todo y como sabía que iba a tener que cuidar del niño ya dije allí mismo, en el vestuario y con los entrenadores, que yo no iba a hacer nada. Cuando llegue mi mujer a las seis o siete de la tarde, olvidaos de que vaya a ponerme a hacer abdominales. Me niego. Y como más o menos tenía pensado no seguir, lo hice así, pero ahora, a partir de junio, empezaré ya a trabajar y tengo dos meses hasta agosto para ponerme en forma.

¿Qué opina de la solución que se ha dado para acabar las competiciones con ascensos y sin descensos?
Para nosotros estuvo bien porque no bajamos y sube el Cisne, que es un viaje cerca. Es una decisión sobre la que cada uno puede tener su idea, pero al final decide la Federación Española y no hay nada más que decir.

¿Para la próxima campaña qué objetivos se marca?
Intentaré estar como mínimo al nivel que estaba y si puedo mejorar lo haré porque repercutirá para bien en el equipo. Y en cuanto al colectivo, el único objetivo es salvarse porque me imagino que habrá cuatro o cinco descensos y en Cangas, por presupuesto y por plantilla, no puede haber otra idea que no sea la permanencia.

¿Le atrae el proyecto que se está formando en el Cangas?
Sí. Es una plantilla de gente joven con dos o tres veteranos para tirar del carro. Al final la economía es la que marca la plantilla, pero a Nacho (Moyano) le gusta trabajar con gente joven y muchos que tienen nivel quieren estar a su lado.

A algunos compañeros les doblará la edad, ¿nota esa diferencia o en el vestuario son todos iguales?
Somos todos iguales. Incluso a veces los veteranos somos los más niños (risas). Haces un papel, no de padre, pero sí de intentar aconsejar para que los errores que tú cometiste en su momento no los cometan ellos. Al final es un equipo y no hay diferencias. 

El Frigoríficos cuenta con una afición muy fiel que ha convertido O Gatañal en una fortaleza, ¿cree que puede ser uno de los equipos más perjudicados de la Asobal si, como parece que va a ser, se juega a puerta cerrada?
A cualquier equipo le va a repercutir jugar como local sin su afición. Es una situación excepcional para todo el mundo. Entonces, lo único que se puede hacer es esperar que la gente pueda volver a los pabellones lo antes posible.

¿El coronavirus cambiará el balonmano?
No. Es un deporte de contacto y seguirá siendo así. Vamos a seguir defendiendo y atacando. Pueden prohibir los saludos, pero luego nos vamos a tocar igualmente.

¿Qué es lo que más le gusta de este deporte?
Todo. Es mi hobby. Quizás ahora con la edad los viajes se hacen un poco pesados, y con el niño más porque descanso menos, pero es que me gustan hasta los viajes porque vas con los compañeros, las bromas, el ambiente…

¿Qué hará cuando deje el balonmano?
Trabajar. Tenía un par de cosas ahí para cuando acabase esta temporada, pero ahora dispongo de un año más para planificar. n

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