El Baixo Miño albergó durante el pasado fin de semana la Icónica, una prueba de senderismo y marcha nórdica dividida en dos jornadas para los amantes del deporte moderado en la naturaleza y a través de lugares marcados por la belleza natural.
El sábado, el pelotón de 150 caminantes afrontó la distancia corta entre Santa María de Oia y A Guarda. El recorrido, de unos 15 kilómetros, lo asumieron al ritmo deseado por los participantes y, también, según la modalidad escogida de senderismo puro o de marcha nórdica, que conlleva la utilización de bastones.
Para el segundo día, el domingo, quedó el trazado más largo entre la localidad de A Guarda y Tui. Un recorrido de hasta una treintena de kilómetros con el río Miño como principal testigo, ya que durante muchos metros los participantes recorrieron las diversas sendas litoriales próximas al curso de agua fronterizo entre Galicia y Portugal.
El evento pudo realizarse pese a las restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus, que obligaron a la organización y los participantes a seguir las correspondientes medidas de prevención.
El sábado, el pelotón de 150 caminantes afrontó la distancia corta entre Santa María de Oia y A Guarda. El recorrido, de unos 15 kilómetros, lo asumieron al ritmo deseado por los participantes y, también, según la modalidad escogida de senderismo puro o de marcha nórdica, que conlleva la utilización de bastones.
Para el segundo día, el domingo, quedó el trazado más largo entre la localidad de A Guarda y Tui. Un recorrido de hasta una treintena de kilómetros con el río Miño como principal testigo, ya que durante muchos metros los participantes recorrieron las diversas sendas litoriales próximas al curso de agua fronterizo entre Galicia y Portugal.
El evento pudo realizarse pese a las restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus, que obligaron a la organización y los participantes a seguir las correspondientes medidas de prevención.
