ciclismo

El arte de la velocidad

Iñigo Rodríguez
photo_camera Iñigo Rodríguez
El mosense Íñigo Rodríguez y el vigués Lois Rodríguez son especialistas en el sprint 
Un codo por aquí y otro por allá. Ganar la posición, observar el hueco y lanzarse con toda la fuerza posible durante unos metros para meter la rueda por delante del rival y alzar los brazos. Es el sprint, la velocidad pura del ciclismo, todo un arte y una especialidad. Probablemente, el sprinter es el único y verdadero especialista dentro del ciclismo en ruta. Y, también es preciso decirlo, una faceta infravalorada en el mundo de la bicicleta en España. 
En el pelotón amateur vigués se pueden encontrar algunos llegadores, pero continúan siendo una excepción. Uno de ellos es el representante del Louriña Cycling Team Lois Rodríguez. Otro, aunque un poco menos específico, el mosense Íñigo Rodríguez, del Vigo Rías Baixas. 
"Siempre fue algo que, desde pequeño, se me dio bien, innato. Para las llegadas de velocidad hay que trabajar con series cortas y hacer también trasmoto. Se trata de encadenar muchas series de intensidad con descansos cortos para soportar los cambios de ritmo que se producen en un sprint, cuando alguien lo lanza y tienes que seguirlo", explica el vigués Lois Rodríguez, de 23 años. 
Por su parte, el ciclista del Rías Baixas, de 21 años, matiza que "en juveniles se me daba bien la velocidad. En sub-23 sí que noto que hay gente más rápida que yo, pero el problema es llegar al sprint con fuerza. Yo me coloco bien y lo hago. En todo caso, a mí me gustan más las llegadas en grupos reducidos. Es lo que mejor se me da, donde destaco", expresa. 
Matices de un corredor de llegadas masivas y otro que intenta ser más completo. En todo caso, el representante del Louriña admite que realiza una preparación más específica porque "hay gente rápida, pero en el ciclismo, por los entrenadores que tuve, se prima mucho la relación peso potencia y, cuando le hablas de hacer fuerza o gimnasio, ya piensan: músculo y peso, es algo malo. Hay que buscar el compaginar las dos cosas". Y, para hacerlo, el vigués es de los que trabaja en el gimnasio desde hace años, ya que "en un sprint debes mover watios y, para hacerlo, tienes que tener fuerza y esa se gana en el gimnasio". Un detalle que no elimina la preparación en bicicleta, y los kilómetros. En cambio, Íñigo Rodríguez indica que "esta pretemporada no hice gimnasio. Me entrena Marcos Serrano y me ordenó que hiciera Core, que es fortalecimiento general. Después, en los entrenamientos, me manda muchas series y, habitualmente, uso el propio terreno para hacerlas porque en Galicia se pueden encontrar muchos repechos y ahí ya fuerzas". 
En lo que coinciden los dos Rodríguez, Íñigo y Lois, es en la peligrosidad de las llegadas masivas. Especialmente en la categoría amateur, sin cámaras de televisión y "con gente que todavía no es muy hábil", expresa el del Lou-riña. "El primero que toque el freno, es el primero en perder. Si tienes miedo, olvídate de ganar. Yo nunca estuve en profesionales, pero sí que es peligroso. Hay gente que no se sabe mover bien y existe mucho menos orden... No es que haya trapos sucios, hay codazos, pero eso es algo normal. En todos los hay, es ciclismo", añade el mosense del Rías Baixas. 
"Le tengo respeto, pero no miedo. Algunos corredores piensan que se puede hacer cualquier cosa. Pasé por alguna que dices: me la pego, me la pego. Y, al llegar a meta, respiras por librarte de ella. Pero, en caliente, la adrenalina te evade del miedo", sostiene Lois Rodríguez. 
En lo referente a la falta de orden, Íñigo añade que "en una llegada de profesionales, ya ves en la tele, que en un sprint se meten veinte corredores. Los que van a ganar y los de su equipo. En amateurs, si llega un pelotón de 100 ciclistas, unos 80 se quieren meter...". No obstante, en su agenda negra recuerda "una etapa en la Vuelta a Cantabria de 2018. Había un final muy peligroso con una bajada que tenía gravilla en el último kilómetro y medio. Hubo cinco o seis caídas en el tramo final, hubo mucho peligro y pasé miedo de verdad, de los pocos momentos". 
Ambos corredores buscan ahora regresar a su mejor punto de forma para retomar la campaña ciclista que, en principio, volverá en julio o agosto. Lois Rodríguez lo hace compatibilizando el trabajo nocturno en la factoría de Vigo del grupo PSA, mientras que Íñigo Rodríguez aprovechó las últimas semanas porque "en Mos no había restricciones horarias al ser parroquias pequeñas". En su caso, al militar en el Rías Baixas tiene la Copa de España, que volverá el 9 de agosto en Valladolid, como el principal reto del curso.n

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