balonmano

Amor de hermana en O Porriño

Alba Dapena, Babi Rodrigues, Andrea Dapena y Ana Rodrigues
photo_camera Alba Dapena, Babi Rodrigues, Andrea Dapena y Ana Rodrigues
El regreso de Andrea al balonmano reúne en el mismo equipo a las Cerqueira Rodrigues y las Dapena Iglesias
Un total de 11 años de diferencia entre ellas y dos parejas de hermanas. El regreso de Andrea al balonmano en activo tras su maternidad vuelve a juntar a las hermanas Alba y Andrea Dapena Iglesias y Ana y Babi Cerqueira Rodrigues en un mismo equipo. Coincidieron en la estructura del Guardés hasta 2014, pero ahora los hacen con todas las jugadoras en edad sénior como integrantes de un equipo de División de Honor del balonmano español, el Conservas Orbe Porriño.
La reunión la propicia la mayor del grupo de cuatro jugadoras, la primera línea Andrea Dapena (29 de mayo de 1985) que vuelve al balonmano después de dejarlo en 2016 y tener su primer hijo el pasado otoño: "Al nacer la niña ya me entró un poco de gusanillo. Habló Isma Martínez (entrenador del equipo) conmigo y me lo tuve que pensar mucho. Lo que sucedió es que la familia y el marido me animaron a tope y, adelante, a lo loco. Desde que dejé el balonmano siempre hice deporte, no al nivel de ahora, pero nunca estuve quieta". 
La presencia de Alba, que tiene seis años menos, en la escuadra porriñesa resultó clave por dos cuestiones. La primera, emocional debido a que "vuelvo a jugar con ella. Siempre estuvimos juntas y ayuda mucho a querer volver. Se hace más ameno y llevadero". La segunda tiene un componente más práctico porque con Alba (18 de enero de 1991) en activo "yo no salía del pabellón. Tuve a mi hija un 30 de noviembre y un mes después ya la llevé a un derbi contra el Guardés. Imagínate... Siempre iba a sus partidos, también a los del padre, que juega en el equipo masculino, y entran las ganas de volver". 
En el equipo la recibe la formación ahora dirigida por Isma Martínez, un entrenador formado en el club y que sólo se mantuvo lejos en las dos últimas campañas y media cuando dirigió al Acanor Novás. Entre las jugadoras se encuentran las hermanas Cerqueira Rodrigues. Ana (8 de octubre de 1990), la mayor, de 28 años, comparte generación con Alba, la menor de las Dapena y explica que "son maravillosas como jugadoras y como personas. Ya había jugado con ellas en el Guardés y es muy bonito. Con la que había compartido más horas de juego fue con Alba Dapena porque somos de edad similar. Tuvimos buenos y malos momentos y después comencé a jugar con Andrea en la edad sénior. Las conozco bien dentro y fuera de la pista y para mí esta pretemporada es como recordar viejos tiempos con la vuelta de Andrea porque estamos las cuatro otra vez. Con ellas, todo se hace más sencillo y evolucionas más. Tengo una relación extraordinaria y sé que para las Dapena es también importante jugar juntas. Estoy encantada de la vida". 
En el caso de Ana Rodrigues, vivirá su segunda campaña seguida en la escuadra porriñesa con su hermana Babi (8 de junio de 1996). Algo que "es muy bonito. Tenemos seis años de diferencia y es muy difícil ser dos, practicar el mismo deporte y poder compartir pista en el mismo equipo". Una coincidencia de la que disfruta día a día. Además, reconoce que practican un juego similar: "Nos parecemos dentro de la pista. Fuera de ella, somos muy distintas. Babi tiene una personalidad más fuerte y yo soy más sensible, más cercana. Somos opuestas, pero nos competrenamos muy bien y tenemos una relación maravillosa. Antes discutiamos más que ahora. Con la edad, ganamos madurez. Nos parecemos en el campo, somos bastante similares. Tenemos los mismos valores y principios que nos transmitieron nuestros padres, pero cada una se hace a su manera". 
La menor del grupo, Bárbara 'Babi' Cerqueira Rodrigues (23 años) se formó, como las otras tres jugadoras, en el Guardés, pero se mudó al Porriño en edad juvenil. En el club de A Louriña creció hasta convertirse en una jugadora de referencia pero precisamente el pasado año cuando llegó su hermana mayor Ana, bajó su rendimiento. Desde la experiencia, la mayor indica que "vivió una temporada complicada. Muy complicada desde el punto de vista personal. Tanto física como psicológicamente. Y, como deportista, te resientes. Creo que maduró mucho, creció y aprendió de los errores. Esta temporada ya lo está mostrando y ha dado la vuelta a la situación. Es ella misma la que está avanzando. Vuelve a empezar y a creer en ella. Es como cuando te lesionas y estás distinta. Vuelvo a ver a mi hermana como era y estoy muy orgullosa de ella. Es la de siempre". 
El cambio de equipo de Ana Rodrigues del Guardés al Porriño fue más traumático que el de su hermana porque era una referencia en A Guarda."En la decisión que tomé influyó todo. Abel Estévez –presidente del Porriño– tuvo mucha importancia en este sentido, porque me valoró como persona y como jugadora. Venía de una situación algo complicada en el Guardés, aunque siempre será mi casa porque estuve muchos años allí. Viví mucho y no salí como me gustaría, pero no culpo a nadie. Así es la vida. Venir al Porriño me vino bien porque necesitaba un poco de aire fresco, gente nueva y entrenador nuevo. Precisaba ese cambio en mi vida", explica Ana Cerqueira. Se dio el momento y "tener a mi hermana también fue un factor importante porque llevaba unos cuantos años sin mi familia cerca. Tuvo su relevancia para dar el paso", explicó. 
Por su parte, Andrea Dapena explica sobre las hermanas Cerqueira Rodrigues que "nos conocemos desde hace mucho, jugamos juntas desde pequeñas. Con Ana sí que llevaba más tiempo sin jugar, pero la relación es buena. Somos de garra pura. Nosotras tenemos el veneno ahí. Latente, las cuatro". A los 34 años y tras ser madre en noviembre indica que "no me pongo plazos, voy a año a año. Veremos cómo sale este". Vuelve a la pista para compartir con Alba y admite que "yo siempre le digo aspectos del juego a mi hermana. Nos decimos las cosas, pero para bien. Además, para eso me hace bastante caso, ejerzo de hermana mayor. Eso sí, de vez en cuando nos enzarzamos algo, pero se nos pasa rápido. Son muchos más numerosos los momentos buenos. La vi crecer desde no querer pisar un pabellón hasta ir con la selección española". De hecho, Andrea y Alba comparten deporte y profesión porque ambas son profesoras en O Rosal.n

Te puede interesar