CELTA

Amenaza de denuncia

Marian Mouriño, la hija del presidente, entre los directivos
photo_camera Marian Mouriño, la hija del presidente, entre los directivos
El Celta considera que el convenio de obras venció en 2017, lo que podría paralizarlas

Como sucede cada vez que el presidente del Celta, Carlos Mouriño, realiza una comparecencia pública, el desencuentro con el Concello de Vigo sobre la reforma de Balaídos centró buena parte de su discurso, aunque en este caso sólo a preguntas de los periodistas. Y con una novedad: "El convenio de las obras venció en 2017 y nadie ha querido renovarlo. Podemos entender que no se pueden hacer más obras".
Tal fue la reflexión que soltó el máximo accionista celeste y en la que abundó más adelante. "Hemos pedido un informe jurídico porque creemos que no se puede seguir con las obras de Balaídos sin contar con el Celta. La posibilidad de que esto acabe en los Juzgados en algún momento está abierta", añadió con firmeza.
Además, también lanzó una predicción. "Qué va a pasar con este estadio si nos clasificamos para Europa. No cumple los requisitos de la Liga y menos de la UEFA. Si en seis meses llevamos una trayectoria hacia entrar en competición continental, empezaremos a buscar alternativas a Balaídos, si el estadio no se adapta y cumple", señaló.
El resto fueron reproches ya manejados sobre la inadecuación de las obras. "Qué absurdo que se haga una grada nueva. Empecemos por lo sencillo. Estamos poniendo en ridículo a la ciudad de Vigo por el mundo adelante con este estadio", consideró. Y realizó el habitual memorial de agravios: "Se mintió al decir que Balaídos no se podía vender. Sí se puede. Qué mentira decir que nos queremos llevar al Celta de Vigo. Que nos den una licencia y nos comprometemos a hacer un estadio en la ciudad".
Por último, un amago de ofrecimiento de diálogo. "Yo me siento con el señor alcalde cuando quiera siempre que haga lo que le pedimos. No me desvíe la atención a lo que se va a hacer. Yo lucharé hasta el final por que el nuevo estadio se haga en Vigo", remató.

Marian Mouriño, la hija del presidente, entre los directivos

Como es habitual en estas comparecencias, el presidente del Celta, Carlos Mouriño, se hace acompañar por el resto del consejo de administración –ayer no hubo ni  una sola ausencia– y por sus directores generales –sí faltó el deportivo, Felipe Miñambres–. Pero ayer llamó la atención la presencia de su hija, Marian Mouriño, otrora alta directiva de la entidad pero que en la actualidad no ejerce cargo alguno de forma oficial. Marian se sentó junto al director general, Antonio Chaves, y la directora de cuentas, María José Herbón. 

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