"Ganar con el gol de Germán (Hermida) en el último minuto y terminar viendo el otro partido en un móvil en mitad de la pista fue tremendo", recuerda el vigués, que vivió en primera persona la gesta en Ciudad Real. Y así, con un streaming en la pantalla de un teléfono, los jugadores del equipo rosaleiro pudieron comprobar en tiempo real como el San Martí empataba en Bordils y celebrar una salvación que un mes atrás parecía imposible. "Cuando nos damos cuenta de que el San Martí falla el penalti, explotamos de alegría. Fue una locura", comenta el central vigués, que desvela que "la temporada se hizo muy larga" y que la plantilla tenía renuniones semanales con el psicólogo deportivo. "Al final, el grupo demostró que estaba preparado para afrontar una situación tan complicada", enfatiza Aymerich.
Y para esta temporada el objetivo es claro: no repetir tan taquicárdica salvación. "El club ha dado un paso para aspirar a lograrla con más solvencia", destaca el vigués que, sin dejar de tener los pies en el suelo, no deja de mirar al cielo."No vas a ponerte límites", añade para terminar.
