Vigo disfrutó del espectáculo de la ACB en todo su esplendor. Lo hizo ayer en el pabellón As Travesas y ante un público deseoso de ver el mejor baloncesto nivel nacional. Además, con dos equipos de gran altura, que apuntan a colarse entre los ocho primeros de la liga. Valencia Basket y Monbus Obradoiro deleitaron a los presentes con un gran espectáculo de triples, mates y jugadas ensayadas, aunque quien se llevó el gato al agua fue el equipo taronja (71-76).
El partido comenzó con una marcha más por parte de los santiagueses. Sabedores de la entidad del rival, los de Moncho Fernández decidieron tomarse este amistoso como una prueba para sumar moral, tras las dos derrotas cosechadas en sendos partidos. Ya en el primer cuarto, la ventaja era de cuatro puntos (23-19). No obstante, los pupilos de Alex Mumbrú siguieron apretando hasta que un parcial de 4-11 volteó el marcador para llegar al descanso por delante (33-34).
Salió de los vestuarios más enchufado el Obradoiro, dispuesto a llevarse el partido y no fue hasta el último cuarto cuando el Valencia volvió a ponerse por delante. A partir de ahí, contemporizó el encuentro, mantuvo a su rival lejos de la pintura y, con una actuación estelar del estadounidense Chris Jones, que fue el máximo anotador, con 13 puntos y 3 asistencias en 20 minutos de juego, se llevó el primer Cidade de Vigo, antiguo memorial Quino Salvo. Por parte santiaguesa, Tres Tinkle fue el máximo anotador (16 puntos y 3 rebotes) . As Travesas saboreó la ACB por una noche. No será la última.