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A la búsqueda de un Natxo Insa

Fran Escribá tendrá que analizar el estado anímico de todos los componentes de su plantilla.
photo_camera Fran Escribá tendrá que analizar el estado anímico de todos los componentes de su plantilla.

Escribá dispone en el Celta de jugadores apenas utilizados que podrían engancharse en la dramática recta final

El devenir del Celta durante la temporada ha generado un complejo de culpa en el vestuario. Los futbolistas son muy conscientes de que no han dado el nivel que se espera de ellos, en muchos casos tanto individual como colectivamente, y en lo que resta de competición tienen que hacer frente a ese bagaje emocional para alcanzar la deseada salvación. Será tarea del nuevo técnico, Fran Escribá, dilucidar cuáles son los futbolistas más limpios de mente y en esa tarea debe tener en cuenta a toda la plantilla, no sólo a los que han venido contando con más minutos.
La situación requiere de un proceso de selección muy ajustado. Como muestra se puede estudiar lo sucedido en la temporada 2012/2103, cuando el equipo vigués vivió una situación similar y acabó salvándose en la última jornada. Por entonces, Abel Resino, que llegó a falta de 14 jornadas para sustituir a Paco Herrera, fue probando jugadores hasta tirar en la recta final de alguno que había tenido una participación testimonial en el resto de la temporada.
El caso más paradigmático es el de Natxo Insa. El alicantino, que ya había sido clave en los últimos encuentros de la campaña anterior para certificar el ascenso, apenas había contado para Paco Herrera y tampoco lo hizo en el arranque de Resino. Así, en las primeras 28 jornadas, apenas había sido titular en 6. Sin embargo, en las diez últimas formó en el equipo inicial en ocho y acabó siendo trascendental con su gol al Espanyol en la jornada decisiva que certificó la victoria y, con ella, la permanencia. Su presencia relegó a jugadores con más nombre como Orellana, que había llegado como refuerzo invernal, o De Lucas.
No fue el único jugador que se sacó de la manga Resino en esa fase decisiva. Otro de los repescados fue el canterano Jonathan Vila, que se plantó en la jornada 30 con sólo cuatro titularidades y hasta en 22 encuentros no había disputado un solo minuto. Sin embargo, en esa jornada entró en el descanso supliendo a Demidov y jugó los seis encuentros siguientes seguidos en el once, del que por entonces se cayó el todavía céltico Cabral.
El último ejemplo de aquel curso es el de Levy Madinda. El gabonés era por entonces jugador del filial, pero Resino lo subió al primer equipo, le dio minutos en cuatro partidos, incluidos los decisivos dos últimos, y lo hizo titular en el empate ante el Athletic.

Quién da el perfil
Fran Escribá tiene ahora una plantilla amplia para buscas sus 'Insas'. En su primer partido, no hubo revolución alguna en el once y tal vez la presencia que más sorprendió fue la de Ryad Boudebouz. Eso sí, entre los cambios sí recuperó a Pione Sisto, fuera de las dos últimas convocatorias de Miguel Cardoso.
En busca del perfil de un posible revulsivo con un sentimiento de culpa menos acusado aparecen un par de nombres. El más contundente, Mathias Jensen, ya que el danés se perdió gran parte de la campaña por lesión y en las últimas semanas ha empezado a disponer de minutos. 
En esa nómina de jugadores con menos de 700 minutos acumulados en Liga aparece el mentado Sisto, que puede ser otro de los recuperables; Emre Mor, al que sería extraño verlo conectarse tras otro curso con problemas disciplinarios; Hjulsager, también infrautilizado; Kevin Vázquez, que esta semana tendrá la opción de engancharse al suplir al sancionado Hugo Mallo; o Lucas Olaza, inédito desde su llegada el pasado enero. Porque de Nemanja Radoja, apartado por el club, no hay nada que hablar.n 

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