La sala Ártika pone en marcha un experimento este fin de semana desde el escenario, en el que tomará el pulso a los espectadores. Con el montaje teatral “Cambio de foco” analizarán la reacción del público, buscando los motivos que lo alejan del teatro. “Es un proyecto de investigación sobre el público a través de tres espectáculos montados por compañías con distinta trayectoria que parten del mismo texto, intentamos precisamente cambiar el foco que siempre suele estar sobre los artista hacia el espectador y estudiar así su motivación”, apunta Marcos Alonso, de Ártika, donde ayer se estrenó la pieza que repetirá función esta tarde, a las 20:30 horas y el domingo, a las 20 horas.
En el experimento participan tres compañías, la Artística, con más de 30 años de trayectoria; laresidente de la sala, constituida de forma profesional desde hace una década y Moving compáss, integrada por actores que acaban de finalizar su formación. Cada una hizo su versión sobre el texto de Mia Couto, “Sapatos de tacão alto”.
La entrada está abierta al público en general, que tras la función será invitado a participar en el estudio a través de un cuestionario. Las respuestas se unirán a la residencia organizada durante la semana con espectadores seleccionados por edades. La intención es publicar los resultados a principios de año.
El proyecto está cofinanciado por el Centro Dramático Galego, aportación muy bien recibida desde Ártika. “Todo lo que sean contribuciones a las entradas es como un regalo del cielo, con la nueva dirección de Fran Núñez, el CDG apostó optó por colaborar directamente con los espacios escénicos”. Además de a Ártika, esta política también beneficia a otra sala privada en Vigo, el teatro Ensalle con “Otras miradas” y Nononon.lab con “Clásicas desfeitas”.
La reducción del aforo, que en salas como Ártika limitó las entradas a 43 de las 150 disponibles, merma los ingresos, ya que tal y como apunta Alonso, “la taquilla es el 50% de la financiación”.
En el experimento participan tres compañías, la Artística, con más de 30 años de trayectoria; laresidente de la sala, constituida de forma profesional desde hace una década y Moving compáss, integrada por actores que acaban de finalizar su formación. Cada una hizo su versión sobre el texto de Mia Couto, “Sapatos de tacão alto”.
La entrada está abierta al público en general, que tras la función será invitado a participar en el estudio a través de un cuestionario. Las respuestas se unirán a la residencia organizada durante la semana con espectadores seleccionados por edades. La intención es publicar los resultados a principios de año.
El proyecto está cofinanciado por el Centro Dramático Galego, aportación muy bien recibida desde Ártika. “Todo lo que sean contribuciones a las entradas es como un regalo del cielo, con la nueva dirección de Fran Núñez, el CDG apostó optó por colaborar directamente con los espacios escénicos”. Además de a Ártika, esta política también beneficia a otra sala privada en Vigo, el teatro Ensalle con “Otras miradas” y Nononon.lab con “Clásicas desfeitas”.
La reducción del aforo, que en salas como Ártika limitó las entradas a 43 de las 150 disponibles, merma los ingresos, ya que tal y como apunta Alonso, “la taquilla es el 50% de la financiación”.
