ADRIÁN VIÉITEZ - Escritor y periodista vigués

"Una mirada interesante siempre puede llegar a ser una escritura interesante"

El escritor vigués disfruta de unos días en su ciudad natal.
photo_camera El escritor vigués disfruta de unos días en su ciudad natal.
A sus 26 años, el vigués Adrián Viéitez ya se ha hecho un hueco en la escena literaria nacional. Periodista de profesión y escritor por vocación, el joven afincado en Madrid publicó recientemente dos libros completamente diferente: "Tratado sobre tu nombre", un poemario con una gran influencia del cine; y "Árboles frutales", una colección de relatos escogidos por el propio Adrián que versan sobre la comunicación truncada a causa de la pandemia.

¿Cómo nacieron estos dos libros?
En primer lugar, es bastante curioso que coincidan en el tiempo a la hora de publicarse. Son dos libros escritos en momentos bastante alejados en el tiempo. "Tratado sobre tu nombre" lo escribí en verano 2019 de forma un poco improvisada, casi por inercia, y lo fui puliendo poco a poco. "Árboles Frutales" nació en la primera semana del confinamiento. Comenzó como un proyecto de textos en la plataforma 'Medium'. Se me ocurrió la idea con unos amigos de que escribiésemos una serie de textos que pivotasen sobre la idea de la comunicación truncada a causa del encierro. Empezó de manera improvisada y se articuló por sí mismo.

La figura predominante en "Tratado sobre tu nombre" es la mujer. ¿Por qué?
Era un juego. El propósito era un poco irónico de jugar con estos nombres tan distorsionados y tan prototípicos, casi de cine americano, para generar una serie de imágenes alrededor de la misma idea, es decir, alrededor del mismo nombre. El juego era un poco ver cómo el nombre se va difuminando cada vez más.

Durante estos tiempos de pandemia y confinamiento, ¿se ha tomado la escritura como algo terapéutico?
No. Yo no creo mucho en la escritura como ejercicio terapéutico. Lo que sí creo es que alrededor de la escritura hay una serie de herramientas que te ayudan de alguna manera a comprender mejor una serie de cuestiones, a generar espacios comunes de conversación. Esa es un poco la idea de Árboles Frutales, generar un espacio compartido en el que te sientas más cómodo.

¿Estos dos libros son antagónicos? Uno va sobre la separación y otro de vivencias con el ser amado.
Yo no creo que sean antagónicos. Aunque sí que es verdad que la distancia que hay entre ellos es la distancia que hay entre mi mirada sobre el mundo en verano de 2019 y la mía, junto a la de otras personas, durante la pandemia. Pero más allá de esto yo creo que comparten ciertas cuestiones de orden estético y político, es decir, una forma de acceder al mundo más o menos similar. A mí me interesaba mucho en "Tratado" generar la idea de que la conversación es necesaria. La conversación es la idea fundamental también de "Árboles Frutales" y en "Tratado" es el propósito, la idea de amor que persigue el libro es un escenario compartido de conversación.

Ha llegado a juntar 40 autores en Árboles Frutales. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
La edición corrió a cargo de Alejandro Marín y la editorial una vez se ha hecho el libro pero en el momento de la edición para la web el proceso fue bastante orgánico. Yo soy una persona que está muy inscrita dentro de una serie de dinámicas de conversación en redes sociales y por esa vía he llegado a conocer a mucha gente. Fue, básicamente, poner en marcha unos mecanismos que ya estaban presentes y dar espacio para la escritura a personas en cuya mirada yo colocaba una confianza. También dejé espacio para personas que no se dedican tradicionalmente a la escritura y simplemente eran mis amigas. Una mirada interesante siempre puede ser una escritura interesante, más allá de que la persona tenga formación o no.

A la hora de escribir, ¿cuáles son sus referentes?
Tengo una formación muy ecléctica. Vengo del periodismo y todas mis lecturas han sido muy improvisadas, entonces mi formación sentimental a la hora de acercarme a la escritura procede del cine y de la cultura pop, muy presentes en mi vida.

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