La alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, intenta poner freno a la situación y evitar una herida aún más profunda a las pymes y al Concello, que siempre apostaron y creyeron en el tejido empresarial como fuente de riqueza y desarrollo socioeconómico del territorio, tanto por la propia generación de la actividad empresarial como por las mejoras implantadas desde las empresas, que repercuten en beneficio de todos los vecinos del municipio.
Desde el Concello, Arévalo incide en la necesidad de cuidar a toda la industria mosense, evitando que las pymes y empresas de Monte Faquiña sufran de forma especial el incremento del canon de los terrenos -de hasta un 1-200%-, marcado por la Comunidad de Montes de Tameiga que, como informó este diario, ha dado ya el ultimátum a algunas empresas para que abandonen las parcelas si no se avienen a las subidas propuestas. Y ante esto, Arévalo, convoca a representantes de las empresas afectadas, a la Asociación de Empresarios de Mos, AEMOS, y a los portavoces de los grupos municipales de la Corporación Local, a una reunión de trabajo -mañana miéroles, 15 de septiembre a las 19.00 horas-, en las instalaciones de la Axencia Local de Colocación, situada en la Avenida de Peinador, 39. Un encuentro para intentar buscar soluciones y gestionar correctamente los apoyos al mantenimiento de las empresas, sobre todo teniendo en cuenta que, “cuanta más industria se deslocalice de Mos, más pymes verán en Portugal un paraíso empresarial”, dadas las condiciones que ofrece el país vecino. “Mos no puede perder capacidad productiva y por eso debemos ser cada vez más competitivos e intentar demostrar que conviene seguir apostando por Mos como territorio de oportunidades”. Desde el Concello “nos esforzaremos en canalizar cooperaciones y colaboraciones, siempre pensando en la defensa y promoción de la industria mosense, y lo tememos muy claro”, expresa la alcaldesa.
La voluntad de las empresas siempre fue la de aceptar un incremento proporcionado y razonable, pero con la propuesta de la Comunidade de Montes de Tameiga, que postula unas condiciones innegociables, muchas de las empresas ubicadas sopesan ya su deslocalización a nuevos emplazamientos en polígonos del norte de Portugal (como Valença do Minho). Arévalo recuerda que las situadas actualmente en el área industrial de Monte Faquiña generan empleo directo a 800 personas, y su peso en la economía del sur de Pontevedra, siempre fue muy significativo, pero la situación por la subida desproporcionada del canon por ocupación de parcelas, amenaza con una posible fuga total de empresas a Portugal.
