El vecino colindante de Carmen Pallarés, la afectada, construyó, pegada a su vivienda en Covelo, una caseta y su chimenea para ubicar un depósito de gasóleo
La vivienda de Carmen -fechada en 1825 y que fue íntegramente restaurada-, está situada en Pereiras- Castelans, en el municipio de Covelo en el límite con Mondariz. La propetaria dejó Vigo. "Quería estar tranquila pero desde el minuto cero que llegué aquí, el vecino me empezó a hacer la vida imposible". Y así lleva cinco años sin tregua.
Desde 2015 está en litigio con su vecino colindante por la construcción de una caseta destinada a depósito de gasóleo (encostada en su propiedad), y su correspondiente chimenea adosada a la casa de Carmen sin guardar la distancia legal. En 2018 "le condenaron a derribarlo en el plazo de dos meses". En septiembre de 2019, el alcalde de Covelo decretó la demolición a costa del denunciado ordenándole que, en un plazo de tres meses, a contar desde la notificación, se llevara a cabo el derribo. Un mes después, octubre de 2019, el Concello resolvió imponerle una multa coercitiva de 1.000 euros por incumplimiento. Y el juzgado ratificó el "carácter ilgal e ilegalizable" de la obra. Al final, el vecino infractor procedería a demoler la caseta. Pero hace un mes, el 9 de junio de 2020, el Concello cambió de criterio y ante la sorpresa de Carmen Pallarés y su abogado, justifica la ampliación de la vivienda del vecino y decide otorgar a Eleuterio E.C. "la licencia de legalización de la obra del anexo conforme al proyecto redactado por la arquitecta , Silvia G. Dacosta (2019), y anexo en febrero de 2020, presupuestado en 1.480 euros. Carmen, sigue litigando. Y aunque siempre le han respondido a todo salvo a la copia del último documento solicitado, ahora, la secretaria del Concello y el alcalde, "se niegan a recibirnos a mí y ni a mi abogado".
Desde 2015 está en litigio con su vecino colindante por la construcción de una caseta destinada a depósito de gasóleo (encostada en su propiedad), y su correspondiente chimenea adosada a la casa de Carmen sin guardar la distancia legal. En 2018 "le condenaron a derribarlo en el plazo de dos meses". En septiembre de 2019, el alcalde de Covelo decretó la demolición a costa del denunciado ordenándole que, en un plazo de tres meses, a contar desde la notificación, se llevara a cabo el derribo. Un mes después, octubre de 2019, el Concello resolvió imponerle una multa coercitiva de 1.000 euros por incumplimiento. Y el juzgado ratificó el "carácter ilgal e ilegalizable" de la obra. Al final, el vecino infractor procedería a demoler la caseta. Pero hace un mes, el 9 de junio de 2020, el Concello cambió de criterio y ante la sorpresa de Carmen Pallarés y su abogado, justifica la ampliación de la vivienda del vecino y decide otorgar a Eleuterio E.C. "la licencia de legalización de la obra del anexo conforme al proyecto redactado por la arquitecta , Silvia G. Dacosta (2019), y anexo en febrero de 2020, presupuestado en 1.480 euros. Carmen, sigue litigando. Y aunque siempre le han respondido a todo salvo a la copia del último documento solicitado, ahora, la secretaria del Concello y el alcalde, "se niegan a recibirnos a mí y ni a mi abogado".
