El acusado del accidente mortal de Salceda: "Bebí un gin-tonic y ya no recuerdo nada, ni si cogí el coche"

El acusado, ayer, en el juicio.
photo_camera El acusado, ayer, en el juicio.
Hubo exceso de velocidad y de tasa de alcohol del conductor del siniestro en que murieron una madre y sus dos hijos

Alfredo L.R., el porriñés de 33 años acusado de provocar cuando conducía por la PO-510 en estado ebrio un accidente de tráfico en Salceda de Caselas en el que fallecieron una madre y sus hijos menores de edad, declaró ayer  que no recuerda "nada prácticamente" de aquel día. Así lo afirmó ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra en la primera sesión del juicio contra él como presunto autor de tres delitos de homicidio por imprudencia, por los que la Fiscalía pide  cinco años de prisión. Además, solicita una indemnización a la familia de las víctimas, de forma conjunta y solidaria con la compañía de seguros de más de medio millón de euros.

 

 

La acusación particular, en representación de la familia de las víctimas, eleva la petición de condena hasta los nueve años de cárcel.

El acusado, que tras el accidente dio una tasa positiva de alcoholemia de 2,49, explicó que el día de los hechos, el 19 marzo de 2021, solo tomó un gin-tonic en uno de los bares en los que estuvo y que salió del establecimiento "en buenas condiciones".

A partir de ahí "no sé qué pasó", insistió en el juicio,  y  afirmó  que, probablemente algo le sentó mal  o “me dio un bajón” porque "no suelo beber" y de hacerlo "nunca cojo el coche",  añadió ante el tribunal

Pero su declaración se contradijo con los numerosos testigos que relataron en el plenario cómo Alfredo L.R. "estaba alcoholizado, balbuceaba y se tambaleaba" en los locales en los que le vieron.

Varios de ellos, entre los que estaban camareros o clientes de los bares, relataron cómo el acusado se cayó de la silla y se golpeaba contra el mobiliario, llegando a desplomarse en el suelo y a a tener dificultades para levantarse.

El viudo y padre de los niños: “Lo perdí todo”

Fue impactante la declaración del viudo y padre de los dos menores fallecidos, cuando testificó durante la vista de ayer visiblemente emocionado, que en ese fatídico accidente lo había "perdido todo". Que está sumido en una depresión y que tomó la decisión de irse definitivamente de España y liquidar sus tres negocios “a pérdidas” porque se vio incapaz de sacarlos adelante: "No tengo ningún motivo para vivir", declaraba.

Y lo mismo que  el  padre y los tres hermanos de la madre de 39 años que falleció junto a sus hijos de 13 y 16 años, cuando relataron en la vista de ayer ante el tribunal, la tragedia familiar que viven desde aquel fatídico día de marzo. “Llevamos todo este tiempo sin ser la familia que éramos". Y visiblemente afectados aseguraban que "nada en la vida te prepara para ver tres cajas colocadas de mayor a menor".

La conductora iba bien, y el acusado, a 128 por hora

El relato de los agentes de la Guardia Civil que testificaron en la vista oral, sostiene que el acusado condujo su Renault Megane por la  PO-510 (Porriño-Salceda), tras haber consumido bebidas alcohólicas en cuatro bares "en cantidad que mermaba su capacidad para una conducción segura". Y según la conclusión de la Fiscalía, en base a los informes periciales,  condujo  a  "velocidad excesiva para su estado y la vía", alcanzando 128 km/h. El coche atravesó los dos carriles sentido Porriño invadiendo  por el que circulaba el Citroën C4 con las víctimas: la conductora de  39 años y sus hijos de 13 y 6, todos vecinos de Salvaterra que fallecieron en el acto tras la brutal colisión. En cuanto a la reconstrucción del siniestro, todos los especialistas coincidieron en que la conductora iba por su carril y que circulaba a la velocidad adecuada con sus dos hijos, todos con cinturón y el sistema de seguridad infantil, mientras el acusado iba a 128 por hora, embistiendo en la zona delantera derecha.

La familia, que ejerce la acusación particular y pide una condena de nueve años de prisión para el acusado y lamentó que la Fiscalía se limite a solicitar 5 años de condena. Según argumentó, en España hay sentencias condenatorias con penas superiores a los 10 años por sucesos similares y con menos víctimas. La familia teme "una condena pequeña que no ayude a pasar página" sino que "aumente nuestra situación de rabia e impotencia". Además de prisión, la Fiscalía solicita que el acusado conjunta y solidariamente con la compañía Axa Seguros Generales indemnice en más de medio millón de euros a la familia de los fallecidos.

Te puede interesar