El Celta, con sólo 4 puntos de 18 posibles, iguala su peor registro en el inicio de temporada de las últimas cuatro décadas
Afirman que los números son fríos. Realmente, su temperatura no importa. Lo que son es realistas. Definen una situación aunque no la abarquen en su totalidad. Y el Celta está protagonizando uno de los peores arranques ligueros que se recuerdan. En concreto, ha igualado el de hace dos campañas, con sólo cuatro puntos de 18 posibles en las seis primeras jornadas. Lo que supone vivir el peor comienzo de los últimos 40 años en Primera División.
Sólo hace dos años, con Eduardo Coudet en el banquillo, se vivió un inicio tan desesperanzador en cifras. Por entonces, apenas un empate en la segunda jornada en el campo de Osasuna (0-0) y una victoria justo en la sexta jornada en Valencia contra el Levante (0-2). Hoy, la producción se limita al punto sumado en San Sebastián, también en la segunda jornada (1-1), y al triunfo de hace dos jornadas en Almería (2-3). Esos cuatro puntos es el menor fruto celeste en seis encuentros desde que la Liga dispone de 20 equipos y con este sistema de puntuación (97/98). Y para encontrar una puesta en escena peor hay que retrotraerse hasta el curso 82/83, con Milorad Pavic en el banquillo tras dos ascensos consecutivos, cuando lo único que hubo para echarse a la boca en el arranque fueron sendos empates en casa ante Espanyol (2-2) y Sporting de Gijón (0-0).
Un mal arranque tampoco supone una condena, aunque sí una losa contra la que luchar. Hace dos temporadas, el Celta supo reconducir su situación para terminar décimo primero con ocho puntos de renta sobre el descenso. Aquel 82/83 sí que fue irreconducible, terminando la campaña en un descenso a Segunda.
En cualquier caso, el equipo vigués del presente tiene argumentos a los que acogerse para rechazar que el panorama sea tan negativo como los números reflejan. En especial, a corto plazo, los 80 minutos en los que se mostró netamente superior al poderoso Barcelona el pasado sábado en Montjuic. O la falta de justicia, en cuento a juego, de su derrota anterior contra el Mallorca.
Lo cierto es que lo de los arranques escasos es una tendencia muy generalizada en el Celta desde el último ascenso, allá por 2012. De inicio, 7 y 6 puntos en los cursos 12/13 y 13/14. El paréntesis de los dos primeros años de Eduardo Berizzo al frente, con unos saludables 12 y 14 puntos -este último guarismo, el récord con el actual formato de reparto de puntos y número de equipos-. Pero enseguida se regresó a la mediocridad numérica: 7 (16/17), 7 (17/18), 9 (18/19), 6 (19/20), 5 (20/21), los 4 mentados de la 21-22 y los 7 de la pasada campaña.
Pese a los merecimientos innegables, de momento es el gol de Williot Swedberg en la recta final del partido contra el Almería el que permite respirar ligeramente. Con 32 partidos por delante, hay tiempo para que las buenas sensaciones en el juego se concreten en los marcadores. Pero ya habrá que pelear con el susto de estar protagonizando uno de los peores inicios de temporada de la historia. Lo bueno es que hay experiencia en este tipo de situaciones. Lo malo es que hay experiencia en este tipo de situaciones.
El peor local de la Liga vuelve a puestos de descenso
Un gol de Kirian en el descuento permitió ayer a la Unión Deportiva Las Palmas superar al Granada y lograr así su primer triunfo de la temporada. Tres puntos que le permitieron, además, salir de los puestos de descenso y meter en ellos al Celta, que cae a la décimo octava plaza con sus a todas luces escasos cuatro puntos en seis jornadas. A estar alturas, sólo empeoran los números de los celestes dos equipos: el mentado Granada, con tres puntos tras una sola victoria y cinco derrotas, y el colista Almería, que todavía no ha ganado y sobrevive con 2 puntos a base de dos empates.
Sin ser alarmante, es obvio que tampoco resulta positivo que de las seis jornadas que van disputadas, el equipo vigués haya pasado en descenso la mitad. Un número elevado si se tiene en cuenta que la pasada temporada, con cambio de entrenador incluido, el equipo sólo pasó una entre las tres últimas plazas, en concreto la décimo tercera. Y hace dos años, también con un arranque escaso, repitió esas tres semanas entre los peores pero sólo entre la tercera y la quinta jornadas.
El peor equipo en casa
Pese a la derrota en Montjuic, es obvio que el gran debe del Celta por el momento se encuentra en Balaídos. Tres derrotas en otros tantos partidos sitúan al equipo vigués como el peor equipo de la Liga en casa después de que tanto Almería como Osasuna sacasen en esta sexta jornada sendos empates como locales que los sitúan un paso por delante.
Dejar atrás todas estas cifras que asustan está en la mano del equipo este jueves. Un triunfo ante el Alavés devolvería la tranquilidad perdida.