La plantilla del Celta intenta centrarse en el fútbol

Kevin, durante el entrenamiento de ayer en Mos.
photo_camera Kevin, durante el entrenamiento de ayer en Mos.

La plantilla del Celta, tras las charlas del pasado martes en el primer día de entrenamiento de la semana, pasó ayer a la acción. Toca preparar el último partido de la temporada en medio de una crisis de juego muy profunda, aunque con la confianza de que el Barcelona no es el peor rival que se puede encontrar enfrente a nivel de estilo. El equipo vigués ha demostrado no estar incómodo apostando por el contragolpe y cediendo la posesión al contrario, así que por ahí pueden ir los tiros del diseño del encuentro por parte de Carlos Carvalhal, técnico celeste.

Sin ningún sancionado, el entrenador portugués está pendiente de la enfermería, donde ayer no hubo certezas. De hecho, es probable que no las haya hasta que el partido esté encima. Por un lado, se sigue confiando en la recuperación de Fran Beltrán de su lesión muscular en suficiente medida como para estar incluso en el once inicial. Sobre todo si no logra esa puesta a punto Joseph Aidoo, con el isquiotibial derecho tocado desde el último partido. Con al menos uno de los dos a disposición, Renato Tapia taparía el hueco  que queda, o bien en el centro de la defensa, o bien como pivote. Carvalhal lo ha utilizado en ambas posiciones con un rendimiendo similar.

A partir de ahí, todas las miradas se centran en la lumbalgia de Iago Aspas. Es obvio que el moañés no está ni de lejos en condiciones suficientes como para competir, pero la mejoría del equipo con su salida al campo en Cádiz lo confirma como imprescindible. Si no desde el principio, desde el banquillo.

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