Las últimas jornadas de una temporada son proclives a las despedidas de jugadores y entrenadores. Algunos de dichos protagonistas son conscientes de que es su último baile con esa camiseta, pero otros se verán sorprendidos por el mercado. Pero esa nómina de probables adioses se incrementa cuando el partido en cuestión decide si el equipo mantiene la misma categoría o la pierde.
En el caso del Celta hoy, hay despedidas que parecen irrevocables. En concreto, las de los dos jugadores que terminan contrato el próximo 30 de junio y que no han renovado: Hugo Mallo y Augusto Solari. El capitán se despedirá esta noche del equipo de toda su vida, en el que ha completado 14 temporadas en el primer equipo. Todo un símbolo como futbolista que, pese a no haberse marchado el pasado enero como tuvo oportunidad -bloqueada desde Príncipe-, no habrá tenido una despedida formal competitiva. Ni siquiera está claro que mantenga el puesto de titular que venía ostentando en las últimas jornadas.
Caso muy diferente es el de Solari. El argentino llegó a Vigo en enero de 2021 de la mano de Eduardo Coudet y ha dejado muestras de gran profesionalidad en los dos años y medio como céltico. El club no mostró interés en renovarlo y él quiso apurar el contrato.
Seguro que no serán los únicos en decir adiós hoy. Los cedidos Óscar Rodríguez, Haris Seferovic y Carles Pérez deberán regresar a sus equipos de origen, máxime si el Celta desciende. Si se mantiene, Carles será un objetivo, pero rebajando la opción de compra. Y habrá otros futbolistas que saldrán traspasados, número corto en caso de permanencia y más largo en caso contrario.
Por último, también todo apunta a que Carlos Carvalhal dirigirá su último partido en el Celta. Llegó el pasado mes de octubre.
