Los inicios penalizan al Celta

Enes Ünal marca de penalti, a los tres minutos de juego, el gol que dio la victoria al Getafe ante el Celta.
photo_camera Enes Ünal marca de penalti, a los tres minutos de juego, el gol que dio la victoria al Getafe ante el Celta.
El equipo vigués es el que más goles encaja en el primer cuarto de hora de partido y también sufre tras los descansos

A falta de cinco jornadas para el final de la Liga, el Celta todavía no ha conseguido sellar la permanencia, un objetivo que parecía casi hecho hace apenas un mes y medio. Y parte de la culpa de que el equipo vigués siga peleando en la zona baja de la clasificación se debe a su puesta en escena en los partidos, tanto en el comienzo de los encuentros como después del descanso. “Nos está costando entrar en los partidos”, reconoció Carles Pérez tras el choque del pasado miércoles en Getafe.

Y tenía mucha razón porque, a estas alturas de la temporada, el conjunto celeste es el que más goles ha encajado en el primer cuarto de hora de partido en toda la Primera División, 10 de los 47 que lleva en contra. Solamente el Betis iguala esa cifra, mientras que, por ejemplo, el descendido Elche ha lamentado 6 en esos quince minutos iniciales de cada choque y otros rivales directos en la lucha por la permanencia, como el Valladolid o el Cádiz, sólo han encajado dos.

 

 

Cerca del Celta y el Betis se encuentra únicamente el Girona, con 9, y a continuación ya figuran  Almería y Getafe, con 7, mientras que por el lado contrario, el Atlético de Madrid es el equipo que más concentrado parece entrar en los partidos y sólo ha sufrido hasta el momento un gol en contra en esos primeros quince minutos.

Después del descanso, el cuadro vigués también figura entre los equipos con peores números. El Sevilla, con 10 tantos, es el que más encaja entre los minutos 46 y 60, pero después ya va el bloque celeste con 9, los mismos que Almería, Valencia y Getafe.

Así, las últimas dos derrotas del Celta, ante Getafe y Villarreal, en las que los vigueses casi empezaron el partido con el 1-0 en contra, no han sido algo excepcional esta temporada. En el Coliseum Alfonso Pérez, Enes Ünal abrió el marcador de penalti a los tres minutos y en La Cerámica, Jackson sólo necesitó dos para poner por delante al ‘submarino amarillo’.

Pero, antes de esto, Babic marcó en el minuto 7 en el Celta-Almería (2-2), Mikel Oyarzabal lo hizo en el 5 en el choque Real Sociedad-Celta (1-1) y Juanmi anotó en el 9 en el Betis-Celta, el único partido que los vigueses consiguieron ganar tras encajar tan pronto el primer gol (3-4).

En la primera vuelta, Gerard Moreno adelantó al Villarreal en Balaídos en el minuto 15 (1-1), Correa marcó en el 9 para el Atlético en el Metropolitano (4-1) y Ezequiel Ávila anotó en el 8 en la victoria de Osasuna en Vigo (1-2).

El Celta deberá entrar más concentrado a los partidos en las jornadas que quedan si no quiere sufrir hasta el final en la búsqueda de la permanencia. 

Vuelta al trabajo con Tapia

Tras jugar el miércoles en Getafe (1-0) y disfrutar el jueves de una jornada de descanso, la primera plantilla del Celta regresó ayer al trabajo en la ciudad deportiva de Mos para empezar a preparar el trascendental partido de la próxima semana contra el Valencia en Balaídos, un choque en el que los celestes quieren dejar la permanencia sellada, al menos de manera virtual.

Una de las novedades en el entrenamiento dirigido por el portugués Carlos Carvalhal fue la presencia de Renato Tapia. El internacional peruano no viajó a Getafe con la expedicion viguesa por un asunto personal, pero ayer se ejercitó con normalidad y, en principio, estará disponible para el encuentro día 14 contra el conjunto che.

La falta de efectivos en defensa para esa cita -el Comité de Competición confirmó ayer el partido de sanción a Joseph Aidoo y Javi Galán- hacen de Tapia una pieza básica para el encuentro con el Valencia, en el que podría actuar de nuevo como central.

En la sesión de ayer, Carvalhal contó también con Óscar Tarensi, del Celta C Gran Peña, y con los juveniles Fer López, Santi Prado, Ángel Arcos y Moha, mientras que Mingueza trabajó al margen. 

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