Cada vez que se le ha preguntado en público al propio Hugo Mallo o los responsables del Celta, ambas partes han señalado que la renovación pendiente no será un problema. Que el capitán tiene ascendencia deportiva y representativa suficiente como para alargar su ya prolongada estancia en el primer equipo celeste más allá del próximo mes de junio, cuando termina su actual contrato. Desde esa tranquilidad, la afición espera que se cumplan los tiempos marcados, sabiendo que en menos de un mes, el marinense tendrá libertad para firmar por cualquier otro club.
Queda tiempo para que todo se aclare en las próximas semanas. Además, con el protagonista ya de vuelta a los entrenamientos tras un último mes marcado por una lesión muscular. Circunstancia que, además, ha provocado que su condición de perenne en el lateral derecho celeste pase por una nueva revisión.
Con Eduardo Coudet al mando, Mallo no se perdió ni uno solo de los once primeros partidos de la temporada. Durante esa titularidad continua, dos o tres sustituciones ya desvelaron que el principal competidor del canterano en la banda diestra de la defensa ya no era Kevin Vázquez, sino Óscar Mingueza. El ex del Barcelona llegó a Vigo como central, pero está teniendo minutos caído a la banda, un puesto que ya ocupó con normalidad en las filas culés antes de su fichaje por el Celta.
Carlos Carvalhal, nuevo entrenador celeste, ha dado muestras de conocer y respetar los códigos internos de vestuario. Por eso, trata a Mallo como su jerarquía dentro del grupo aconseja. Pero, en lo deportivo, queda por ver cuál es la valoración del técnico luso. Y con muchos matices, porque no se trata de un duelo directo entre dos -o tres, con Kevin- jugadores por un puesto.
Entre otras cosas, porque si algún giro táctico ha desvelado hasta el momento Carvalhal es el de aprovechar la polivalencia de Mingueza para variar el dibujo entre la fase defensiva y la ofensiva. Tanto contra el Rayo Vallecano en Liga como contra el Algar en Copa, el céltico partía como tercer central para, después, caer a la derecha o al centro del campo con posesión de balón.
Tampoco le resultaría excesivamente extraño a Mallo poder hacer de ese tercer central falso, pues ya ha tenido sus minutos como central. Y, en principio, parte con la ventaja de su buen entendimiento con Iago Aspas en caso de apostar por un lateral clásico, jugando con cuatro futbolistas atrás. En todo caso, ésta no es una reaparición más para el capitán.n
