Hugo Mallo se despide del Celta: "Es el peor día de mi carrera, digo adiós a mi familia"

Iago Aspas y Hugo Mallo, amigos y compañeros desde la cantera, ayer en la despedida en la sede del Celta.
photo_camera Iago Aspas y Hugo Mallo, amigos y compañeros desde la cantera, ayer en la despedida en la sede del Celta.
El capitán del Celta se despidió junto a su familia en un acto con los máximos responsables del club y de la cantera

Arropado por su familia, por los máximos responsables del club y por representantes de la cantera, Hugo Mallo se despidió del Celta en una rueda de prensa celebrada en la sede de la entidad celeste, en la calle Príncipe. Tras 14 temporadas en el primer equipo y 449 partidos -309 de ellos en Primera División y 256 como capitán-, el marinense ha tomado la decisión de continuar su trayectoria profesional fuera de España -en un destino que no quiso revelar-  y ayer dijo adiós al equipo de su vida visiblemente emocionado.

“Hoy para mí es un día triste, creo que el peor día de mi carrera. Digo adiós a mi familia, a la que es mi casa, la que me ha visto crecer, la que me ha visto día a día trabajar intentando hacerlo todo lo mejor posible y dejarlo todo encima de la hierba”, afirmó Mallo en una primera intervención que dio paso a las preguntas de los medios.

 

 

Y ahí, el ya jugador excéltico intentó explicar los motivos de su marcha. “Es una decisión que estaba meditando desde hace tiempo y sí que es cierto que en enero hubo la posibilidad de salir. Lo hablé con el club, pero no era el momento, aunque también lo hacía un poco por ayudar, por si con mi marcha podían fichar a alguien más. En ese aspecto no había problema y el club me dio la posibilidad de seguir. Luego lo he seguido meditando, hablándolo con la familia, viendo opciones y he tomado la decisión en estos meses, señaló el lateral, que reconoció que en este tiempo tuvo la tentación de volverse atrás: ”La situación deportiva no fue la mejor en este tramo final y sólo quería salvarme. Si el club se quedaba en Primera, sí que tenía la decisión tomada, pero los fisios, Iago (Aspas, el único jugador de la primera plantilla que estuvo presente en el acto) y mi mujer sabían que, ante un posible descenso, siempre y cuando el club quisiera, el sí lo tenían por mi parte. Hubo miedo y respeto, porque siempre he estado aquí y es una difícil decisión, pero la he tomado con la familia y creo que ha sido lo acertado".

 

Hugo Mallo, con su mujer, Carla Caíño, y sus dos hijos, Cayetana y Luca, ayer, en la sede del Celta.
Hugo Mallo, con su mujer, Carla Caíño, y sus dos hijos, Cayetana y Luca, ayer, en la sede del Celta.

 

Hugo Mallo iba camino de convertirse en un ‘one club man’, una especie cada vez más escasa en el mundo del fútbol, y ayer reconoció que “yo también lo pensaba (acabar su carrera en el Celta), pero cuando tienes familia, buscas lo mejor para todos y para ti mismo. Llevo catorce años aquí y todo tiene un desgaste. Este año empecé viniendo de una lesión, una rotura de rótula, y me costó arrancar. Ha sido un año muy duro para mí y fue durante la temporada cuando empecé a darle vueltas y me di cuenta (de que tenía que salir) en el momento en que llegaba a casa y veía que no era capaz de disfrutar de los míos. Ahí fue cuando dije que a lo mejor tenía que hacer un cambio en mi vida buscando lo mejor para todos”.

El canterano celeste hizo un breve repaso a su carrera en Vigo y destacó los momentos más especiales para él: “Hay uno individual, el debut, que es lo que todo niño que entra en A Madroa quiere. Y a nivel colectivo, el ascenso fue un momento espectacular. No podría decir sólo uno: están las permanencias y Europa es bonito, pero es más un premio que un objetivo. Entré con el club en una situación muy complicada, pasó unos años en Segunda con problemas económicos y el hecho de que un grupo de chavales de la casa ascendiera al equipo a Primera División y que todavía se mantenga a día de hoy es un mérito del que muy pocos equipos pueden presumir”.

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