El Celta mantiene en su plan de trabajo para esta semana el partido que la propia plantilla celeste, con el añadido de los futbolistas del filial que han entrenado estos días con el primer equipo, disputará mañana por la mañana en el estadio de Balaídos, un encuentro que estará abierto a los aficionados. El club vigués tiene previsto revelar hoy mismo los detalles de este choque, que fue anunciado el pasado lunes por el entrenador de la primera plantilla, Carlos Carvalhal, durante la primera comparecencia ante los medios de comunicación de la ciudad del asesor externo de la dirección deportiva, Luís Campos.
Hasta ayer no se conocía ni la hora ni la forma en que los aficionados podrán acceder a Balaídos, datos que se harán públicos en las próximas horas.
El encuentro interno del Celta, que se disputará con árbitro, será una nueva prueba con la que Carvalhal busca seguir conociendo a sus jugadores y el funcionamiento del equipo, de cara a detectar posibles carencias que se intentarían solucionar en el próximo mercado de enero.
Campos reveló el pasado lunes que el club ha dado al técnico portugués un tiempo para descubrir esos posibles déficits y comunicarlos a la dirección deportiva, que ya advirtió de que iría al mercado invernal “sólo en casos muy circunstanciales”. No obstante, tanto el asesor externo como el entrenador coincidieron en la falta en la actual plantilla celeste de un atacante que pueda moverse por las bandas o detrás del delantero y que aporte desequilibrio, uno contra uno, goles y asistencias.
Mientras tanto, el Celta sigue adelante con esta nueva pretemporada y ayer los futbolistas tuvieron dos sesiones de entrenamiento en las instalaciones de la ciudad deportiva de Mos, de mañana y tarde, en las que participó el portero argentino Agustín Marchesín, que sufre una elongación en el aductor e hizo trabajo en solitario.
