Tiene el Celta marcado el partido de hoy en Getafe en rojo para cerrar, virtualmente, la permanencia. La cuestión es que su rival lo tiene en rosa fucsia fosforito. Porque el bloque madrileño está extraexigido por la clasificación, en puesto de descenso, y por la dinámica, tras seis partidos sin ganar, incluidas las tres últimas derrotas seguidas. Para rebajar el calor cromático, el club ha recurrido a un viejo conocido como José Bordalás, que dudó en si arriesgarse a coger al equipo en situación tan precaria. Lo hizo y, tras debutar contra el Espanyol con un solo día de entrenamiento y perder, ahora ha tenido un par de días más para refrescar a algunos futbolistas y mostrar a otros sus ideales: frenar el juego, defender con rigor y golpear raudo.
El equipo vigués, por su parte, afronta el duelo con la intención de recuperar la fisonomía habitual, después de variar de caras en la visita al Villarreal del pasado domingo. Como sucedió en la secuencia Real Madrid-Elche, la idea es poner ahora en el segundo turno toda la carne en el asador con esa meta de alcanzar los 42 puntos antes del medio parón que precede a las últimas cinco jornadas de Liga.
La señal determinante de la apuesta es la presencia de Carles Pérez entre los convocados y, probablemente, entre los titulares. El catalán anda renqueante en las últimas semanas, acumulando golpes especialmente en sus pies. No viajó a Vila-Real, pero sí lo hace a Madrid porque con él el equipo suele rendir mejor. Al menos, a nivel de resultados. El que se mantiene fuera de los elegidos por lesión es Óscar Mingueza, que apunta a reaparecer contra el Valencia en cuestión de diez días.
La clave de este cierre de cuatro partidos en poco más de semana y media es el cansancio mental y físico de los futbolistas. El reparto de minutos se hizo especialmente notable ante el Villarreal y, con esas rotaciones, Carlos Carvalhal ha concedido en este tramo alguna titularidad a todos los jugadores de la primera plantilla salvo Williot Swedberg. Pero todo apunta a que hoy en Getafe regresará a la antigua receta, aquella que dio los mejores resultados hace un mes, con algún leve retoque.
Esa pequeña variación tiene el nombre de Franco Cervi. El argentino demostró el pasado domingo estar en un gran momento de forma y podría dar un respiro a Luca de la Torre, que sí jugó en el once los tres encuentros previos. El matiz, por lo tanto, tocará en la banda izquierda del centro del campo. Eso sí, todo dependerá de si el ex del Benfica arrastra algún problema limitante.
El resto del equipo se parecerá mucho al formado por Iván Villar en portería; Hugo Mallo, Joseph Aidoo, Unai Núñez y Javi Galán en la línea defensiva; Carles Pérez, Gabri Veiga, Fran Beltrán y el mentado Cervi en el centro del campo; y Iago Aspas y Jorgen Larsen en punta. Renato Tapia, Luca de la Torre, Haris Seferovic y Gonçalo Paciencia tienen opciones de romper la previsión.
En el Getafe, Bordalás mantiene dos dudas trascendentales para su centro del campo: Arambarri y Luis Milla. No estará con total seguridad Gonzalo Villar por sanción y recupera a Djené y Juan Iglesias. Además, se espera un gran ambiente en el Coliseum, espoleado por el regreso del técnico alicantino.
