Primera Federación

El Celta B pierde en Riazor tras jugar 50 minutos con uno menos

Carlos Domínguez, el mejor céltico ayer en el estadio herculino, le limpia un balón a Lucas Pérez, que fue el factor diferencial del choque una vez que                          el Celta B se quedó con uno menos.
photo_camera Carlos Domínguez, el mejor céltico ayer en el estadio herculino, le limpia un balón a Lucas Pérez, que fue el factor diferencial del choque una vez que el Celta B se quedó con uno menos.
Una expulsión más que rigurosa de Medrano condicionó un duelo que Lucas Pérez desequilibró en la segunda parte y Quiles cerró desde el punto de penalti

Es usual decir que en fútbol, los errores se pagan más caros. Al Celta B le tocó pagar ayer en Riazor ante el Deportivo por uno ajeno y por otro propio. Porque la expulsión de Fernando Medrano en el minuto 40 de partido por dos tarjetas amarillas como mínimo discutibles -sobre todo la primera- marcó la pauta de la segunda mitad. Y un mal despeje de Javi Domínguez tuvo la mala suerte de caerle a un jugador diferencial en esta categoría como es Lucas Pérez, que la metió en la jaula. A partir de ahí, el filial lo intentó, pero en una transición, Max Svensson provocó un penalti -muy claro, este sí- de Christian Joel, que Quiles convirtió en el cierre del choque.

Fueron los tres detalles que marcaron un choque muy equilibrado mientras se jugó en igualdad numérica. Durante los primeros minutos, el filial céltico mostró su mejor cara. Acaparó la pelota, juntó pases y generó peligro a través de la profundidad de Carrique. Pero, poco a poco, el Deportivo se ajustó mejor y equilibró el choque. También desde lo extrafutbolístico. Porque Isi Gómez y Pablo Martínez trataron de intimidad a los jóvenes futbolistas celestes -de negro ayer- con roces, escarceos y caídas con un punto de exageración. De este modo, el choque entró en una fase trabada, llena de disputas y también de imprecisiones. Feo. 

El desequilibrio iba a ser una cuestión  de detalles. Y aparecieron dos de color amarillo. Medrano vio la primera amonestación por un cruce con Antoñito, que había enviado la pelota al limbo pegado a la banda y a 40 metros de la portería. Una tarjeta más que discutible, pero también de esas a las que no se les presta mucha atención en el momento. Unos cuantos minutos después quedó claro que acabaría siendo decisiva. Porque en una internada de Soriano en el balcón del área, el lateral madrileño metió el pie para tratar de limpiar la pelota. No lo consiguió. El hablidoso mediapunta blanquiazul lo percibió, dejó la pierna atrás y se fue al suelo, consciente de que había logrado contactar. Pérez Martínez volvió a desenfundar y dejó al Celta B con diez futbolistas. Quedaban 50 minutos por delante. 

Y jugar con diez en Riazor tanto tiempo es un reto mayúsculo. El Deportivo es el mejor equipo de la categoría como local y apretó desde el primer minuto de la segunda parte en busca del gol. Pepe Sánchez estrelló un cabezazo en el larguero  y Villares marró el rechace. Fue un aviso. El filial aguantaba con un Carlos Domínguez imperial, muy acertado en todas las acciones. Imprescindible, porque el mínimo error podía hacer la diferencia. Y así fue. Un mal despeje de Javi Domínguez le cayó a Lucas Pérez. Control con la planta y latigazo abajo entre las piernas del propio central céltico. Después vino la intentona del filial con los cambios, penalizada con una contra local y un penalti que Quiles convirtió en la sentencia. El Celta B cedió ante la alerta roja. 

Deportivo:
Mackay; Antoñito, Pepe Sánchez (Lapeña, min 87), Pablo Martínez, Lebedenko; Rubén Díez (Bergantiños, min 82), Villares, Isi Gómez (Svensson, min 63); Quiles (Yeremay, min 86), Lucas Pérez y Soriano (Saverio, min 86).

Celta B:
Christian Joel; Carrique, Javi Domínguez, Carlos Domínguez, Gael Alonso (Clemente Montes, min. 79), Medrano; Calderón (San Bartolomé, min 46), Sotelo (Damián, min 60); Raúl Blanco (Durán, min 46), Hugo Álvarez y Lauti de León (Manu Garrido, min 64). 

Goles:
1-0, min 66: Lucas Pérez; 2-0, min 79: Quiles, de penalti.

Árbitro:
Pérez Hernández. Expulsó por doble amarilla a Medrano, del Celta B (min. 40). Amonestó con tarjeta amailla a los jugadores locales Antoñito, Lebedenko y Soriano y a los visitantes Sotelo, Damián y Christian Joel.

Claudio: “La primera amarilla de Medrano no era ni falta”

Claudio Giráldez se contuvo ayer a la hora de valorar la expulsión de Fernando Medrano, clave para el desenlace del encuentro. “Los árbitros son igual de buenos o de malos que nosotros, que estamos en la misma categoría. Todos tenemos que aprender de esto. Nosotros y ellos”, inició el técnico porriñés. Pero, aunque trató de evitarlo, el entrenador del Celta B acabó opinando. Al menos, de la primera tarjeta que vio su futbolista. “No quiero entrar a valorar la decisión, pero creo que la primera no es ni falta", sostuvo.

“Medrano insiste en que no les toca en ninguna de las dos acciones. Está muy fastidiado, pero mañana será otro día y estará bien porque es un chico muy maduro”, agregó Claudio al ser cuestionado sobre el estado de ánimo del jugador madrileño, visiblemente afecto al término del choque.

Sobre el desarrollo del juego, el preparador de A Louriña reconoció que “condiciona mucho jugar tantos minutos con uno menos, defendiendo tan cerca de la portería” ante un equipo “con mucho talento”, que en “cualquier acción puede hacer daño”. También tuvo autocrítica para varias facetas, especialmente la del contraataque. “No hemos sido todo lo agresivos que debíamos ser en juego de transición”, subrayó, antes de apostar por “afianzar la quinta plaza”. 

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