¡Vais muy mal ‘Asvidal’!

De la mano del discípulo del prestigioso médico psiquiatra José María Teijeiro Rois, Ángel Jesús Muñiz Rodríguez, un ex alcohólico y actualmente conocido terapeuta ‘de calle’, que da voz a los sin voz dedicando las 24 horas del día a regalar empatía, fuerza y dosis de autoestima a los indigentes que deambulan con un brick de vino por las calles de nuestra ciudad y que cede su hogar como sucursal del afecto para rehabilitar a los que están envenenados por el alcohol, ha nacido la asociación Stop dada la incompetencia de Asvidal y, sobre manera, como compromiso moral con el que fue su máximo exponente el doctor Teijeiro, figura social que ha dejado huella y esperanza en distintos colectivos marginales de la ciudad olivica y alrededores.
Lo que hoy se conoce como Unidad Asistencial de Alcoholismo, vio la luz bajo la forma jurídica de Asociación en los años ochenta, alimentada en sus inicios por los consejos y tolerancia del ilustre doctor Teijeiro. (Si hoy levantara la cabeza...) Pasados los años Asvidal se ha convertido en el refugio burocrático de centros de salud, servicios sociales... a la hora de la supuesta rehabilitación de sujetos con problemas de alcoholismo, a través de un equipo humano incompetente según testimonios directos de multitud de afectados que tuvieron que visitar obligatoriamente la citada entidad al ser derivados por su médico de cabecera u otro estamento vinculado al Sergas. Una atípica plantilla interdisciplinar nutrida por una directora atornillada a una silla, una administrativa, una trabajadora social, una psicóloga cínica que no clínica y un aprendiz de galeno sin ningún tipo de conocimiento colegiado en psiquiatría, son los responsables inmediatos de los atropellos terapéuticos cuya torpeza se manifiesta, entre otras lindezas, a la hora de emitir diagnósticos que resultan inútiles para defender una baja de incapacidad permanente ante una mutua o aplicando un modelo de terapia que simula un guión de barrio sésamo. En breve, las páginas del DOGA recogerán los principios estatutarios de la nueva asociación que pretende velar por la calidad de vida e integración de todas aquellas personas que sufren las secuelas del alcohol y sus consecuencias sociales. El nacimiento de STOP viene impuesto por el número ingente de pacientes que se han sentido defraudados por el trato dispensado en Asvidal y como alternativa independiente ajena a servilismos burocráticos. La relación fría y distante, a mitad de camino entre el protocolo y la indiferencia que se manifiesta desde el momento que se visita la unidad asistencia proclamada por una trabajadora social que conoce los problemas del alcohol solamente de ‘oídas’, es la consecuencia del número de recaídas de los enfermos que de forma obligatoria tienen que soportar su terapia y resignarse a su evaluación diagnóstica. Surge una nueva alternativa terapéutica, hubiera sido mejor que no existiéramos ello significaría que el sistema funciona. ¡Vamos a dar guerra el Doctor Teijeiro se lo merece!

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