'unha igrexa dos ricos pra os ricos'

El compañero gallego Manolo Rego ha escrito un opúsculo, como él dice, un librito que ha titulado 'Unha Igrexa dos ricos pra os ricos', en el que refleja su experiencia con gentes pertenecientes a la organización sedicente religiosa del Opus Dei, y nos dice que no le satisfizo.
No le convenció la distinción que su libro-guía, 'Camino', establece en el Pueblo de Dios, concebido como un rebaño de ovejas dirigido por una élite que es la que marca las directrices, y le dice qué tiene que pensar y cómo tiene que actuar, con vistas a que esa élite se perpetúe, y el rebaño siga siendo también, siempre, un rebaño de gente sumisa.

No sé si hay lugar para la discrepancia y las excepciones en esa organización. A medida que lo iba leyendo me iba situando en el tiempo de la persona referente de muchas organizaciones religiosas, también del Opus Dei, en teoría al menos, y en el que se puede apreciar la existencia de distintos grupos sociales y religiosos, siendo uno de ellos el de los piadosos oficiales, el de los Fariseos, fuertemente atacados por el referente de muchos de los actuales grupos religiosos de nuestro tiempo y entorno, Jesús de Nazaret.

El título que ha puesto a su librito el compañero Manolo ya da a entender la posibilidad de una Iglesia distinta, y por la que se decanta, debido al recelo que le suscitaban los miembros del Opus Dei. Una Iglesia en la que entre más gente, porque ya advirtió Jesús de Nazaret que a un rico le es muy difícil entrar en el Reino de los Cielos debido a que van cargados con sus bienes de fortuna, y por eso se les hace estrecha la puerta que da acceso a estado tan dichoso.

Manolo se decanta por una Iglesia para todos, en la que caben, y son tenidos en cuenta, la mayoría de la gente, que somos pobres, y en eso, al menos, nos parecemos al referente de esa Iglesia grande y abierta que vivió hace unos dos mil años y al que mataron la gente piadosa oficial junto a los ricos y poderosos del tiempo, tanto en lo religioso como en lo económico y político-militar.

Para hacer pública esta declaración a favor de una Iglesia de los pobres para los pobres, según el deseo del actual papa Francisco, el compañero Manolo no necesita 'meter el dedo' en el ojo de nadie, ni 'cargar el acento' remarcando los fallos y defectos de los miembros del Opus Dei con los que entró en contacto, sino que lo hace sin 'ruido' y sin 'cargar las tintas', lo cual denota que Manolo forma parte de la categoría de lo que se suele entender como 'hombre bueno', de lo cual nos beneficiamos los que nos tenemos por compañeros suyos en el camino de lograr una sociedad más justa, igualitaria y participativa, sin dependencia de unas élites alejadas del modo de vida, inquietudes y cuitas de la mayoría de los ciudadanos.

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