gamonales hay muchos

Por si alguno lo dudara, estamos ante una nueva época de hacer política y esto se concreta en manifestaciones a donde acuden masivamente los ciudadanos: las plazas. Los medios de comunicación no las sustituyen en todo. Los ciudadanos no se conforman con votar sólo una vez cada cuatro años programas abstractos edulcorados a gusto, para después realizarlos sólo bajo las inspiraciones de la especulación.

En el modelo que hemos “disfrutado” hasta ahora se han enterrado el concepto de ciudadano, el de solidaridad, el de fraternidad. A partir de ahora los ciudadanos reclaman estar presentes en las decisiones gubernamentales de forma distinta, orientada por una finalidad: la búsqueda del bien común para beneficiar a todos.

El concepto de ciudadano como gozne alrededor del cual gira toda la actividad política ha de ser complementado con otros conceptos como son los de fraternidad, mediación, respeto, solidaridad, dignidad. Malos tiempos para la fraternidad en el lenguaje político actual. El sentido de la fraternidad cívica nos muestra la necesidad de activar otro concepto de ciudadano en el escenario de lo público. Tendremos que enfrentarnos a las constantes y diferentes formas de exclusión y a vivir con las diferencias que no necesariamente dividen. Una comunidad plenamente integradora, inclusiva, haría innecesaria la política. Por eso además de la fraternidad cívica se hace necesario la mediación, la reciprocidad, la solidaridad, el respeto a la dignidad.

Gamonales puede ser utilizado como referente para promocionar otra manera de gobernar que no provoque la desaparición de la actividad política de los ciudadanos. Deformar la democracia representativa no suele ser tan fácil como los burócratas de camerino pretenden. En el pueblo siempre queda al menos un rescoldo capaz de convertirse en llama que no siempre se puede atajar.

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