la corrupción

Donde quieras que metas las narices huele mal. Y más si hablamos de Políticos y Sindicalistas -salvo excepciones- diré que de verlos en la tele, tirándose a degüello en su beneficio ?quizás merezcan más- sin defender ni tener en cuenta los problemas de los ciudadanos, no aportando ideas ni consenso para solucionarlos. Antes bien, torpedean, buscando un beneficio. Así nos va.
No quieren ver -según se dice- la lección que nos dan los países del entorno, representados por la mitad, o en casos, menos del número que aquí tenemos. Y ya no digamos de los casos honoríficos. Así en la administración, en la que cada partido va dejando los 'suyos'. ¿Y Alcaldes? donde en Francia nos dicen que en proporción tienen uno, aquí tenemos cuatro, con todo su equipo. Y, si me dieran aquí espacio, podía seguir enumerando.

¿Corruptos? Lo estamos viendo, es galopante. Y no discrimina clases, salvando excepciones y respetando opiniones, ¡lo somos todos! Empezando por quien hace un pequeño arreglo en casa, con un obrero que no está asegurado. Paga honorarios aquí, o bien a otras profesiones sin factura, que no le dan y que él no pide ?igual pena merecen-. Hemos visto hace unos días en la tele, acusar a Inspectores de Hacienda, por asesorar a empresas particulares, que luego otros compañeros van a inspeccionar, inadmisible.

De otra parte, industrias de productos con margen comercial que no me atrevo decir. Que sus Agentes Comerciales introducen y sus mediadores de algún modo, lógico, bien premiados. Y otra muestra de bien pagá, los tenemos en los ex directivos de Bancos, con esas prebendas. ¡Y todo es normal! Como el caso del lobo, que estando comiendo una oveja, lo rodean los perros ladrando, por no tener la oportunidad para poder hacerlo igual.

Nuestros recientes pasados gobiernos, -los tutores papás de las familias- nos fueron permitiendo poco a poco toda clase de facilidades, hasta caprichos, para tener que agradecerles. Y ellos, mirando para otro lado, contaban los votos.

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