Antonio Lomba, del PSOE, es alcalde de A Guarda desde 2015, antes, desde 2007, estuvo de concejal. Gobierna en minoría un ayuntamiento de 10.000 habitantes situado en el extremo de Galicia y que pese a ello dispone de uno de los parajes más visitados, el monte Trega o Santa Tecla, con su famosa citania.
A menudo A Guarda parece una especie de isla.
La Xunta nos tiene castigados, tenemos muy mala comunicación con Vigo, nuestra ciudad de referencia, y con Tui, pese a que desde hace años el presidente Feijóo prometió que iba a comunicar A Guarda con Vigo por la autovía, y seguimos esperando. Ese es uno de nuestros mayores problemas.
¿Va para largo o hay arreglo?
Va avanzando, pero tan lento que van pasando generaciones de jóvenes que van buscando sus proyectos de vida personal en otras zonas porque no lo encuentran en A Guarda.
Este mandato, el segundo, hubo un problema con el BNG que liquidó el gobierno local. ¿Cómo lo llevan?
Hubo un intento de gobierno fallido, porque comenzamos el mandato en coalición. A los pocos meses hubo una falta de entendimiento y se rompió. El BNG dejó el gobierno por falta de entendimiento en cuestiones esenciales. Seguimos manteniendo una relación cordial con el BNG y en minoría. Somos 5 concejales y lo estamos haciendo muy bien, con mucho trabajo y apoyos puntuales de todos los partidos.
Un deseo histórico de los guardeses es tener un puerto propio para su gran flota.
A Guarda tiene un puerto duro, de mar abierto.
Me refiero a uno de abrigo, ¿es posible?
Hay otros ejemplos en Galicia de puertos de mar abierto, como Burela o Malpica donde se hicieron obras públicas para hacer fuertes estos puertos. El puerto de A Guarda con una obra no demasiado cara se podría mejorar para tener una flota de bajura con abrigo y un puerto recreativo y deportivo importante. Sería el último de Galicia antes de Portugal, sería cuestión de que la Xunta desde Portos lo entendiera así, nosotros lo pedimos, no solo como gobierno sino el colectivo de asociaciones vinculadas con el mar. Supongo que algún día lo habrá. Seguiremos peleando por eso porque creo que es posible. No es muy caro y podemos tenerlo, no un gran puerto pero sí un puerto.
¿Es más difícil aún construir un puente con Portugal?
Un puente o túnel con Caminha tiene otras implicaciones, es internacional, va por una zona de gran valor ambiental que exigiría un estudio muy potente y sería una infraestructura compleja. Es más viable un puerto
Por lo menos que funcione el ferri.
Ahora no funciona, está en astillero, pero tengo hablado con el alcalde de Caminha porque desde finales de verano por un problema en el pantalán, que tiene una avería que Portos no repara, no pueden subir vehículos, solo pasajeros. No tiene sentido. Es anti rentable. Portos tiene que reparar el pantalán para que suban vehículos y el ferri siga prestando el servicio que venía prestando a pesar de que haría falta un dragado para que haya servicios fijos y previsibles.
También mejoraría Santa Trega, que es el segundo destino de Galicia, con Cíes.
Claro. El Trega necesita inversión. Siempre que visito a los responsables de Patrimonio en la Xunta les digo que no solo hace falta que invierta el Concello o la Diputación, hace falta la Xunta. Es el yacimiento castreño más importante del noroeste peninsular. Ahí están los paisajes más singulares de Galicia o de la península, hay quien dice que del mundo, pero no vamos a ser tan chauvinistas. Ahí desemboca el Miño, creo que eso necesita también que la Xunta fije su óptica y haga inversiones en el Trega porque lo hace en otros castros menos importantes.
¿Qué urge en A Guarda?
La más importante es comunicarla. Eso cambia la dinámica de A Guarda, implica que es más fácil llegar allí, nos viene bien para la economía, implicaría que mucha gente que se tiene que marchar a Porriño o Vigo para desarrollar su vida podría hacerla en A Guarda, eso implicaría fijar población y cambiaría totalmente la dinámica que tenemos en toda la comarca.
La reforma del pabellón de A Sangriña urge, pero impedirá practicar deporte.
Estamos muy orgullosos de nuestro club de balonmano, y no es para menos, una villa como A Guarda con un club campeón de Liga es un hecho histórico. Tenemos muy claro todos, incluida Diputación y Xunta, que hay que mejorar nuestro pabellón. Ahora se presenta una oportunidad, tenemos un proyecto que ronda 1,8 millones de euros para hacer uno que cumpla toda la normativa, tenemos ya 610.000 euros de la Diputación y estamos en conversaciones con la Xunta para una cantidad similar o mayor y sería una obra que podría estar ejecutada a mediados de 2023, una obra para ya. Tenemos que aprovechar esta oportunidad. Inconvenientes, los hay: el pabellón lo utiliza el Atlético Guardés y el colegio de A Sangriña. Tenemos que hablar con ellos y coordinar qué espacios le puede ofrecer el Concello o recurrir a otros ayuntamientos para que en los meses en que no se pueda usar el pabellón tener espacios alternativos.
¿Habló con el club?
Con el club y el colegio. Además de este pabellón tenemos tres más escolares y hay en O Rosal y Goián. Habrá que hablar para que en los meses en que no se pueda usar el pabellón, trasladarnos donde sea para poner nuestro pabellón como se merece el club y la afición guardesa. Si hay que ir a jugar un partido a Porriño habrá que ir, ya vinimos a Vigo.
En un año hay elecciones, ¿se presentará?
Depende de mi decisión, está madurada, se anunciará en su momento.
