BAIXO MIÑO

El monte Aloia cuenta ya con un Plan de Emergencias

El parque natural del monte Aloia cuenta con una de las mejores vistas de toda la comarca del Baixo Miño.
photo_camera El parque natural del monte Aloia cuenta con una de las mejores vistas de toda la comarca del Baixo Miño.
Está recogido en el Plan Rector de Uso y Gestión que fue aprobado por la Xunta y que es el segundo con el que cuenta el área natural y que tendrá una vigencia de 10 años
La Consellería de Medio Ambiente publicó ayer el decreto de aprobación del nuevo Plan Reitor de Uso e Xestión (PRUX) del Parque Natural do Monte Aloia, que entrará en vigor a partir del 14 de marzo, un instrumento de ordenación en el que se detallan los objetivos y criterios principales a seguir a la hora de gestionar los distintos aprovechamientos, tanto públicos como privados, de este espacio natural. Con una vigencia mínima de 10 años, este es el segundo PRUX del Aloia. 
El nuevo documento no fija nuevas limitaciones ni es más restrictivo que el aprobado en 2001. En este sentido busca, ante todo, clarificar y sistematizar la normativa existente con el fin de contar con una regulación única.
Como novedad contempla un Plan de Emerxencias, que será el primero con el que cuente este parque natural y que busca optimizar la utilidad de los recursos técnicos y humanos disponibles en el mismo con el objetivo de controlar de forma rápida la evolución de una eventual emergencia y minimizar sus posibles consecuencias.
Por otra parte, el decreto publicado ayer no sólo aprueba el segundo PRUX del Aloia sino que también modifica el decreto original de aprobación de su PORN, con el fin de homogeneizar las denominaciones de la zonificación con las de los otros parques naturales de Galicia.
Sus particulares características hacen que se fije el reto de ampliar la proyección de este espacio natural hacia la sociedad. Así, aspira a convertirlo en un ejemplo de gestión del agua y de los hábitats asociados, ya que en el Aloia nacen cinco corrientes fluviales y también es una zona de recargo de acuíferos.
En la misma línea, resalta el potencial de este parque para postularse como un espacio en el que se desarrollan modelos de explotación silvícola del monte comunal que, además de rentables y sostenibles, también pueden ser compatibles con la conservación de la biodiversidad. 
Además, se planifican medidas orientadas a restaurar los hábitats naturales del monte, contribuyendo a disminuir el riesgo de incendios e incrementar la resiliencia del conjunto frente a los fuegos forestales.
Para conseguir estos objetivos el decreto prevé un conjunto de medidas agrupadas alrededor de cuatro programas de actuación: programa de conservación de la biodiversidad, el paisaje y el patrimonio cultural; programa de investigación, seguimiento y evaluación; programa de extensión del uso público; y programa de mejora de las infraestructuras y equipamientos.
De acuerdo con las previsiones de usos y aprovechamientos, se elaborará un programa económico-financiero con una vigencia mínima de 10 años para financiar las actuaciones correspondientes a estos cuatro programas. 
En las dos primeras anualidades, la inversión prevista asciende a 200.000 euros, reservándose al capítulo de gestión del uso público del parque la cuantía más importante, con 85.000 euros.
En cuanto a la zonificación, las cuatro zonas de 2009 se reducen ahora a tres: la de uso limitado, que abarca los territorios con un valor de conservación alto por lo que su uso público queda restringido; la de uso compatible, con predominio de los medios antrópicos y seminaturales, muy unidos a los sistemas de aprovechamiento tradicional; y el de uso general, que tienen un valor de conservación medio o bajo y deben absorber, por tanto, la mayoría de las actividades de recreo y ocio, con el fin de reducir la presión sobre áreas más sensibles.

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