La Xunta y el Gobierno portugués soltaron en el río a su paso por Tui siete mil ejemplares de alevines en una acción conjunta con escolares de ambas orillas para celebrar el Día Mundial de la Migración de los Peces
Escolares de Tui y Valença participaron ayer en la suelta de 7.000 alevines en el río Miño, organizada por la Dirección Xeral de Patrimonio Natural y el Instituto de Conservaçao da Natureza e das Florestas de Portugal con motivo de la celebración del Día Mundial de la Migración de los Peces. En la suelta también participaron los técnicos de Patrimonio Natural y sus socios portugueses, contando con la colaboración de las armadas de ambos países.
La iniciativa se enmarca en el proyecto transfronterizo Migramiño, que busca proteger y conservar las poblaciones de salmónidos en el tramo internacional de este río.
La directora general de Patrimonio Natural, Belén do Campo, colaboró en el operativo junto a alumnos de ambos lados de la frontera. Los ejemplares, que se soltaron son crías de reproductores de salmón capturados en la presa de A Frieira y criados en la Piscifactoría de Carballedo, en Cerdedo-Cotobade.
Durante el 2019 se celebra el Año Internacional del Salmón, por lo que en esta ocasión los socios del proyecto Migramiño consideraron adecuado abrir la actividad, por primera vez, a la participación de un grupo de escolares gallegos y portugueses. Según explicó la directora xeral "involucrar a las nuevas generaciones de ambos lados de la frontera en el cuidado y en el conocimiento de los recursos piscícolas es una buena manera de asegurar la sostenibilidad del río y de su hábitat", por lo que se mostró muy satisfecha con la participación infantil en la suelta de este año y con su nivel de interés e implicación.
El Miño representa en la actualidad el límite de la distribución sur del salmón atlántico en Europa. Desde finales de la década de los 90, la Consellería de Medio Ambiente desarrolla un programa de recuperación del salmón atlántico en los ríos gallegos. Estas actuaciones se centran en la mejora de la accesibilidad, el control de la pesca y la mejora de las poblaciones mediante la introducción de reproductores autóctonos. En estos momentos el río Tea, principal afluente del Miño en la margen gallega, y el río Mouro, que es el afluente de la margen portuguesa, representan las únicas zonas de reproducción y cría natural del salmón atlántico en la cuenca del río Miño.
