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El PP advierte de anomalías en la contratación del Rilla na Rúa

Junto al festival Vive Nigrán y el Solpor, la feria gastronómica Rilla na Rúa es una de los eventos estrella del verano.
photo_camera Junto al festival Vive Nigrán y el Solpor, la feria gastronómica Rilla na Rúa es una de los eventos estrella del verano.
Carlos Abal asegura que falta documentación y que las dimensiones declaradas no coinciden

El portavoz del PP local, Carlos Abal, advierte de las numerosas irregularidades llevadas a cabo en la contratación de la feria itinerante compuesta por foodtrucks , celebrada en la alameda de A Ramallosa el pasado mes de agosto, algunas de ellas incluso podrían acarrear consecuencias muy graves en caso de sufrir algún tipo de siniestro. Anomalías que van desde la falta de documentación requerida a errores en el espacio asignado para llevarse a cabo. Un hecho que lo llevó a pedir explicaciones en la ronda de ruegos y preguntas del pleno celebrado el pasado lunes 28 de octubre en el consistorio nigranés, aunque sin obtener una respuesta convincente. 

El portavoz del único grupo de la oposición aseguró que la empresa organizadora de la cita multidisciplinar presentó la póliza del seguro de responsabilidad civil con otro NIF, o al menos eso refleja el expediente municipal 2019/3433SV al que Atlántico tuvo acceso. Según explicó Abal,  los dígitos corresponden a una entidad asociada a la solicitante pero en términos técnicos “ésta no tendría validez en caso de accidente”.
Otro de los errores denunciados por el representante de los populares tendría que ver con el tipo de suelo en el que se desarrolló la actividad, afectado por la Red Natura 2000. “Al tratarse de terreno protegido la legislación advierte de que es necesaria una autorización especial, que tampoco figura en el expediente municipal”,  advirtió. Además el documento reserva una extensión de suelo de tan sólo 200 metros cuadrados y por la que el Concello cobró 840 euros. Sin embargo la feria itinerante estuvo compuesta por más de una quincena de “gastronetas”, un mercadillo con 15 puestos de venta, escenario, terrazas y una barra de grandes dimensiones. “Estamos hablando de un recinto que podría llegar a superar los 3.000 metros  y por los que tendría que haber recaudado más de 10.000 euros durante los 10 días de evento”, añadió. Así pues Abal manifestó que tampoco hay constancia de los certificados oficiales de las instalaciones eléctricas, “obligatorias en estos casos”, ni tampoco documentación específica en iniciativas públicas relacionadas con gastronomía. Para finalizar el concejal del PP quiso dejar claro que no está en contra de eventos que atraigan visitantes en temporada estival pero sí en que “se celebren de cualquier manera y que el Concello haga la vista gorda”. 
Unos de los elementos que sin duda han ido ganado protagonismo en los eventos celebrados durante los últimos veranos en la comarca del Val Miñor son los foodtrucks, que en la mayoría de casos funcionan como auténticos restaurantes sobre ruedas. Un fenómeno que goza de gran aceptación entre el público hasta el punto de que en Nigrán cuenta con fiesta gastronómica propia. En la actualidad abarca diferentes disciplinas que no sólo se limitan a la gastronomía y poco a poco su duración se fue alargando hasta llegar a los 10 días en su última edición. En la parroquia nigranesa lleva celebrándose desde 2016 y Baiona tomó este año el testigo con su primera feria en el Parque de la Palma. 

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