Los inversores quieren instalar una fábrica de componentes de automoción y otros dos negocios que generarán 50 puestos de trabajo
La decisión del Juzgado número 1 de Primera Instancia e Instrucción de Redondela por la que el dinero del alquiler de las cerca de diez naves que se encuentran instaladas en el área industrial de Amoedo sean percibidas por la Mancomunidad y no por el Ayuntamiento de Pazos de Borbén, como sucedía desde el 2015, permitirá “desbloquear la situación en la que se encontraba y comenzar a crecer con la llegada de nuevas empresas”, aseguraba el presidente de los comuneros, Miguel Míguez. El acuerdo que contó con el visto bueno judicial estipula que destinarán un 60% del mismo al pago de los gastos útiles adeudados al Ayuntamiento y que se elevan a 500.009 euros.
Con esta decisión se abrió una nueva etapa para el polígono, el único de toda la comarca, que esperan “poder reactivar”, según aseguraba Míguez, que adelantaba que en la actualidad ya hay tres empresas interesadas en instalarse en la zona, una de ellas dedicada a la fabricación de componentes de automoción y que junto a los otros dos negocios podrían suponer medio centenar de puestos de trabajo. Hasta la fecha, tanto la Mancomunidad como el propio Ayuntamiento “no podían alquilar más parcelas”.
Los problemas que achacan a este polígono industrial se remontan a principios de los años setenta, cuando el Consejo de Ministros expropia los terrenos del monte de A Chan de Amoedo a favor del Ayuntamiento de Pazos de Borbén. Tres décadas después se instala la primera nave industrial, sumándose a lo largo de los años nuevas empresas hasta las diez actuales. La situación se complica cuando la Mancomunidad de Montes reclama por vía judicial los terrenos y un juez dicta en su favor en 2013, momento en que recuperan la propiedad de la zona. La decisión es recurrida por el Ayuntamiento, que expone que los comuneros deberán pagar los gastos útiles, que tasan en algo más de medio millón de euros.
A partir de ese momento, el polígono entre en un espacio de nadie en el que era imposible "avanzar ni hacer inversiones", sufriendo además el abandono y la falta de infraestructuras "que ahora queremos revertir con la llegada de nuevas empresas y la cesión de una de las naves vacías para la formación de vecinos del municipio", asegura Míguez, que recuerda que a este solución se llegó "gracias al empeño de la mancomunidad de montes" y a que buscó el apoyo de la oposición para "que fuese a pleno y se presentase ante el juzgado".
