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Piedras con valor universal

Los molinos de O Folón acompañan al río en su descenso.
photo_camera Los molinos de O Folón acompañan al río en su descenso.

La Unesco incluyó al sistema de construcción usado en los molinos de O Folón y O Picón de O Rosal en el listado de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

nnn La Unesco incluyó en su lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial la técnica constructiva “piedra seca”, técnica singular de Galicia, que tiene como uno de los elementos más representativos los molinos del Folón y Picón, en O Rosal, que llevarán, a partir de esta declaración, el símbolo de la Unesco.
Este reconocimiento supone que los países que cuentan con este tipo de elementos se comprometen a proteger este patrimonio, e implicar a las corporaciones locales en la responsabilidad de adoptar medidas de protección.
La piedra seca es una técnica de construcción tradicional que prescinde de cualquier argamasa o mortero. Esta técnica se fija y se transmite a través del milenario oficio de los canteros y tiene un alto grado de especialización.
El conjunto de 60 molinos de O Rosal se encuentran divididos en dos tramos que reciben dos nombres diferenciados como los del Folón, integrados por 36 construcciones en la vertiente del río Folón y los del Picón, con 24 edificaciones en la vertiente del río que les da nombre. La mayoría de estas construcciones tienen una estructura de dos plantas. La inferior es en la que se encuentra la maquinaria sobre la que actúa la fuerza del agua. La planta superior es donde están instaladas las muelas de piedra con las que se molía tradicionalmente el grano.
Los molinos más antiguos de este conjunto están datados a principios del siglo XVIII, aunque también los hay un poco posteriores, ya del XIX. Los más antiguos son los molinos número 11 y 17, construidos en 1702 y en 1715.
 Todos están levantados con piedra y en pendiente junto al río para aprovechar la fuerza motriz del agua. De ellos salía la harina de maíz, pero también la de centeno o la de trigo para el consumo familiar. 
En el exterior algunos de los molinos se conservan pias que fueron usadas como abrevaderos y comederos de animales, como es el caso del molino número 5, que conserva un cobertizo para las caballerías, o el número 23. n
 

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