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Panxón toca el cielo con su sonda estratosférica

Momento del despegue del globo sonda en una mañana marcada por la niebla y la llovizna.
photo_camera Momento del despegue del globo sonda en una mañana marcada por la niebla y la llovizna.

Alumnos del colegio la soltaron ayer desde el Bosque de la Memoria en Chandebrito

Una veintena de alumnos de primaria y secundaria del CEE Panxón pusieron en práctica el proyecto presentado el pasado mes de abril, y ayer mismo lanzaron su sonda estratosférica enganchada a un globo de helio de algo más de metro y medio de diámetro desde el Bosque de la Memoria, ubicado en Chandebrito Así pues y bajo una gran expectación a las 12 horas llegó la hora de pasar de la teoría a la práctica, momento en el que el conjunto salió catapultado hacia el cielo y en cuestión de segundos desapareció entre las nubes. 
Los datos obtenidos de simuladores así como de vuelos previos, les permitió extraer datos como que la duración del vuelo sería de tres horas, o el punto máximo previo a la explosión de la bolsa llena de gas debido a la ausencia de presión , estimado en 30.000 metros. A partir de aquí comenzaría el descenso frenado por un paracaídas, instalado para velar por la integridad de los diferentes elementos incorporados en el dispositivo una vez impacte contra el suelo. Pese a todo y gracias al localizador así como al GPS incorporado tuvieron contacto real con su trayectoria, aunque los ensayos previos realizados por un software de ordenador determinaron que el punto de recogida será en el lado portugués de la Serra do Xurés. Una vez que recuperen el aparato podrán obtener los datos reales para contrastarlos con los obtenidos de manera virtual además de las diferentes variables como temperatura, presión, posición y lo más importante de todo, gran cantidad de imágenes tomadas desde diferentes tiros de cámara gracias a las tres Go-Pros que lleva instaladas. Así pues y una vez que filtren los resultados, servirán para complementar los programas educativos de asignaturas como geografía, ciencias naturales, matemáticas o biología, entre otras. 
Se trata de una iniciativa surgida tras la visita realizada a la sede de Meteogalicia y para lo que necesitaron una inversión de algo más de 2.000 euros, financiados por Delta Vigo y aunque los sensores de presión, altitud, temperatura, cámaras o baterías fueron elementos adquiridos, la configuración final se llevó a cabo de manera artesanal. Uno de los docentes del centro relató a este diario los problemas de sobrecalentamiento del conjunto, surgidos durante las primeras pruebas debido al funcionamiento ininterrumpido de las tres cámaras selladas en un espacio de tan sólo 50 centímetros cuadrados. “En un momento y en circunstancias normales el habitáculo se ponía a más de 24 grados con el riesgo de apagado de las cámaras”, explicaron. Para solucionarlo se sirvieron de bolsas de gel helado y un disipador extraído del microprocesador de un PC que logró mantener la temperatura constante en tres grados. Si el experimento tiene éxito, en junio repetirán experiencia.

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