UN AÑO DESPUÉS DE LA EXPLOSIÓN

"El fin de semana, el barrio es un lugar de peregrinación"

Una simple cinta impide el paso a las parcelas de la Zona 0.
photo_camera Una simple cinta impide el paso a las parcelas de la Zona 0.

La apertura al tráfico del área de la explosión de la pirotecnia atrae a numerosos curiosos 

n n n  Salvador García, portavoz de la plataforma de afectados Paramos-Guillarei, considera que los trabajos llevados a cabo hasta la fecha en Paramos son "muy significativos" y que los subsidios y ayudas públicas concedidas por distintas administraciones cubren entre "el 97% y el 98% de las necesidades de los afectados para reconstruir sus viviendas", quedando algunos casos individuales y daños en almacenes de labranza destrozados por la explosión, que en algunos casos estaban fuera de las parcelas de las viviendas afectadas. 
Menos optimista es a la hora de valorar el anuncio que se hizo de la apertura de la Zona 0 por parte del Ayuntamiento, ya que como Salvador García anunció en su día, Paramos se ha convertido "en un nuevo centro de peregrinaciones. Ahora  los fines de semana viene la gente a ver cómo está con el peligro que conlleva que haya un accidente en alguna de las parcelas". En este sentido recordó que mientras la zona estuvo acotada por cintas "la responsabilidad no era de los vecinos, y ahora, con la apertura al tráfico, si pasa algo será el propietario de la finca quien deba hacerse cargo de todo, con lo que eso supondría", por lo que dijo que fue un error "darle tanto bombo y platillo a la apertura. No era necesario". 
Salvador García también expresó su preocupación por que una explotación de cetrería que se vio afectada no vaya a recibir ayuda de ningún tipo ya que aún o han sido accionadas las ayudas que deberían apoyar a una industria por parte de la Xunta. Otro de los negocios que aún está sin ninguna ayuda para su reconstrucción es un taller mecánico, aunque en este caso el proceso está ya en marcha.
El portavoz de la plataforma de afectados hizo hincapié además en que el 20% de los propietarios de las casas que quedaron destrozadas optaron por no reconstruir o por comprar una vivienda en otro sitio, ya que las ayudas de la Xunta permitían esta posibilidad, y de este modo "rehacer su vida desde ya". n

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