FUTURO DE LOS JUZGADOS DE PAZ

"Un juzgado de paz da muchos servicios a los vecinos"

Ana Paula Guntín esta semana en su despacho del Juzgado de Paz de Baiona.
photo_camera Ana Paula Guntín esta semana en su despacho del Juzgado de Paz de Baiona.
En el Juzgado de Paz de Baiona tramitaron unos mil asuntos el 2020 y en A Guarda las fes de vida fueron los más solicitados 

Ana Paula Guntín es la actual jueza de paz de Baiona tras ser elegida por el pleno municipal hace en 2017, aunque no fue hasta mediados del 18 cuando tomó posesión del cargo. En la actualidad compagina su profesión con las competencias designadas que principalmente auxilian a los tribunales, al tratarse de un municipio que, al igual que los del resto de la comarca, carecen de un Juzgado de Instrucción o de Primera Instancia. El volumen de trabajo de este órgano fue intenso, cerrando el año pasado con más de mil tramitaciones realizadas. Entre ellas, las bodas son una de las caras más amables de su actividad, habiendo celebrado un total de 74 bodas civiles, mientras que en lo que va de año formalizó otras cuatro.

Pero su actividad no queda aquí. Desde este Juzgado de Paz sacaron adelante 13 conciliaciones, 600 exhortos civiles y penales, 320 expedientes de Registro Civil, 66 nacimientos registrados y 58 defunciones producidas en domicilios y aun así considera que “Baiona es bastante tranquilo”. 

Tanto Guntín como los funcionarios judiciales no censuran a priori la modificación que será aplicada en breve y creen que en algunos aspectos será beneficioso, pero siempre y cuando se sigan cubriendo los mismos aspectos. “Si es una excusa para cargarse servicios públicos, la cosa cambia, pero por el momento todo son conjeturas y lo que nos llegas son meras negociaciones a través del sindicato y, pese a todo los avances, van muy despacio”, rematan.

EL VETERANO

Antonio Martínez lleva dos décadas al frente del Juzgado de Paz de A Guarda, adonde llegó una vez jubilado y donde continúa a sus 81 años, que lleva con la misma energía que dedica a este cargo y a su afición por la historia y costumbres de esta tierra marinera. La mayor parte del trabajo judicial “es de Registro Civil. Hay muchas solicitudes de fes de vida para aquellas personas que reciben sus pensiones del extranjero”. 

Sobre el cambio que se producirá una vez que entre en vigor la nueva ley que suprimirá la figura del juez de paz asegura no saber cuál será el efecto de la misma, aunque sí reconoce que en A Guarda la existencia de un juez de paz “siempre ha sido positivo porque estamos muy lejos de todo y tener un juzgado de paz es algo que da mucho servicio a los vecinos”. 

La mayor carga de trabajo que tenían hasta no hace tanto tiempo en el Juzgado de Paz de A Guarda eran los juicios de falta, de los que Antonio Martínez asegura que “daban mucho trabajo". La mayoría de las vistas tenía los asuntos de lindes como protagonistas “algo muy común y que era bastante farragoso. Recuerdo que se hacía firmar a los interesados los planos y se guardaba una copia en el juzgado para que en el futuro no hubiera problemas”.

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