baixo miño

A Guarda presume de su pasado romano

Este mes se retomaron los trabajos arqueológicos en la zona en colaboración con la Universidad Complutense.
photo_camera Este mes se retomaron los trabajos arqueológicos en la zona en colaboración con la Universidad Complutense.

Las Salinas centran en la actualidad la investigación arqueológica y son un punto de atracción turística

 A principios de los años 80, Antonio Español Gil y Antón Ferreira toman los primeros datos de los restos de salinas y piletas exentas en distintos puntos del litoral guardés, desde las orillas del Miño, en su desembocadura, hasta el norte, incluida A Lamosa, ya cerca de los límites con el ayuntamiento de O Rosal. Parte de los hallazgos, se dan a conocer en un tríptico publicado por la Agrupación Cultural Guardesa en el año 1985. 


Antes, Español y Ferreira, envían esta información a distintos museos de Galicia, sin obtener respuesta, sobre la posible importancia, o no, de estos hallazgos. Aún así, continúan su prospección costera, localizan nuevas piletas después de Area Grande, y también en O Puntal y en fincas prróximas en la desembocadura del Miño, donde estas piedras, con “rebajes” interiores, son utilizadas para delimitar las propiedades. En O Seixal llegan a medir, en 1983, más de 180 metros lineales de enlosado.


En 2015, la Concejalía de Patrimonio del ayuntamiento de A Guarda, a instancias de Javier Crespo, concejal-delegado de la misma, gestiona el inicio de su investigación, y en ese mismo año comienzan los primeros trabajos de prospección y catas de las salinas en la zona de O Seixal, situadas en la línea de costa.


Esta actuación se inscribe dentro del programa de intervenciones del año 2015 de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Consellería de Cultura e Ordenación Universitaria, de la Xunta de Galicia, y además de su recuperación, se busca conocer la cronología de las mismas y su extensión, estando estos trabajos dirigidos por la arqueóloga Mar Cortegoso y coordinados por Brais Currás, investigador de la Universidad de Coimbra y del Centro Superior de Investigaciones Científicas.


En 2015 se realizan dos catas en un terreno próximo, y se excava una pequeña parte, alrededor de 50 metros cuadrados, que se hallaban cubiertos por material rodado. Posteriormente, la zona de estudio se volvió a cubrir con los mismos “seixos”.


En 2018 da comienzo el Proyecto A Guarda “Mar de Sal”, con el que se pretende poner en valor las salinas romanas, recuperando las de O Seixal y Camposancos, además de divulgar y dar a conocer este patrimonio hasta ahora desconocido, participando, junto con los arqueólogos profesionales, estudiantes de las Universidades de Coímbra, Vigo y Santiago que realizan trabajos prácticos que contribuyen a la formación de los futuros arqueólogos.


En noviembre de 2017, y tras los incendios del verano, Cándido Verde Andrés y Antón Ferreira, en una prospección por la costa norte de A Guarda, cerca de los límites con O Rosal, localizan nuevas piletas exentas, y otras formando parte de la roca firme. Algunas de las exentas, se comprobó su reutilización por propietarios de terrenos para delimitar los mismos, y formando parte de las paredes que los rodean. A principios de este siglo, Cándido Verde Andrés descubre, piletas “fijas” en las proximidades de la Residencia y Centro de Día Monte Tecla, y junto con Antón Ferreira, localizan otras piletas en el sendero que desde este lugar conduce a la Armona.


En las excavaciones aparecieron estructuras iguales a las documentadas en las Salinas de Vigo, muy características de la época romana, y que no dejan dudas sobre su cronología, además los materiales documentados son semejantes a los que aparecen en el castro del monte Trega, lo que confirma la relación entre estos dos espacios y su ocupación parcialmente sincrónica en el tiempo. La excavación de 2015 permitió conocer las variaciones del nivel del mar entre la época romana y la actual, más alto que en la época romana. n

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