El nuevo centro de salud de Gondomar ultima los preparativos para abrir sus puertas al público después de permanecer cerrado durante ocho meses a la espera de las acometidas de luz y gas. El alcalde Paco Ferreira explicó que hoy a las 11 horas técnicos municipales y del Sergas se reunirán por segunda vez para evaluar varios elementos sujetos a corrección, así como para la obtención de varios documentos necesarios que les permita la concesión de la licencia de primera ocupación, último trámite necesario para que el complejo sanitario comience su actividad. "Una vez tengamos todo lo requerido pasaremos a los informes del arquitecto municipal, el jurídico así como mi firma", explicó.
Pese a que desde la Consellería de Sanidade mantienen que por el momento su apertura depende del Concello, Ferreira reiteró que su puesta en funcionamiento podría llevarse a cabo en cuestión de días, "siempre y cuando esté todo en orden para concederles la autorización". Prueba de ello es que en el antiguo centro médico de la condal figuran unas circulares en las que se informa de que este viernes 8 de noviembre comenzarán con la mudanza, dando a entender que ese mismo día a partir de las 17 horas el nuevo complejo podría empezar a funcionar. Sin embargo tanto desde el Concello como desde la Consellería no pudieron confirmar una fecha exacta de apertura.
La inauguración del nuevo centro médico pondría fin a una completa odisea desde que en 2009 se cedieron los terrenos para su levantamiento. Ya en 2015 y con los trabajos de cimentación iniciados, al adjudicataria Corsan Corviam entró en concurso de acreedores, lo que retrasó su construcción en algo más de dos años y un engorde del presupuesto inicial de medio millón de euros. Tres años más tarde, en enero de 2018, sufrió un nuevo retraso a la espera de un estudio de inundabilidad del terreno realizado por Augas de Galicia. Tras recibir el visto bueno del organismo autonómico su construcción se retomó con varios cambios, aunque una vez más los retrasos volvieron a hacer acto de presencia y en la actualidad el edificio continúa cerrado tras haber finalizado sus obras hace ocho meses, en esta ocasión por problemas derivados de las acometidas y que en la actualidad ya están solucionados.
Las nuevas instalaciones superan en casi mil metros cuadrados a las actuales ubicadas en pleno centro urbano, lo que supone un aumento de la superficie útil del 160% y que atenderá a un total de 10.615 tarjetas sanitarias de las cuales 1.178 son menores de 15 años. Cuenta con seis consultas de medicina general, seis de enfermería, una de matronas, una sala de educación maternal, un despacho de coordinación y de asistente social, una sala de toma de muestras, una sala técnica y otras dos polivalentes, además del área de pediatría. n
