El Concello cobró los 10.000 euros de indennización por el accidente de coche ocurrido en noviembre de 2015 y aguarda el visto bueno de Patrimonio para iniciar los trabajos
El Concello de Gondomar encargó la restauración del emblémático Cruceiro do Lugar do Acordo, situado en la parroquia gondomareña de Mañufe al conservador-restaurador de bienes culturales, Gonzalo Buceta, todo un referente en Galicia.
Formado en la Escuela de Restauración de Pontevedra en su haber figuran importantes proyectos como la conservación de la necrópolis de San Victor de Barxascova, en Parada de Sil, una de las más importantes del noroeste peninsular y restauró alrededor de una veintena de castros en Galicia, como el de Vilalonga, el de Fazouro o el que hay en el Museo del Mar de Vigo. También restauró la fachada de la Iglesia de la Peregrina y varios tramos de la muralla medieval de Pontevedra.
Buceta visitó ayer el Concello de Gondomar para ultimar el proyecto de conservación con el alcalde, Paco Ferreira. El inicio de los trabajos, con un presupuesto de 10.000 euros y un plazo de ejecución de mes y medio, está pendiente del informe favorable que debe emitir la Dirección de Patrimonio de la Xunta.
El proyecto de restauración y conservación se acometerá ahora con el dinero del peritaje -10.000 euros- que la compañía aseguradora del turismo que impactó contra el cruceiro en noviembre de 2015 ha ingresado ya a las arcas municipales, según confirmó el alcalde Ferreira.
Buceta Bruneti señaló a este diario que el proyecto se acometerá en varias fases que se sucederán tras el diagnóstico de conservación del cruceiro mediante una serie de analíticas que determinan la densidad y la porosidad del granito.
Fases de restauración
En la primera fase se acometerá una limpieza no exhaustiva de la piedra con cepillos de cerda natural "para respetar el paso del tiempo sobre la piedra", indicó el artista.
A continuación se realizará una consolidación puntual aplicando nanosilicatos y después se procederá a la fase de adhesión que consiste "en montar todas las piezas en su posición original" utilizando espigos de fibra de vidrio. "Antiguamente los canteiros utilizaban barritas de hierro pero actualmente se ha desechado esa solución porque se oxida con el paso del tiempo", explicó Buceta.
La ultima fase será la reintegración de las piezas que se hayan perdido, "aplicando el criterio de identificación de añadidos", para que en caso futuras restauraciones se sepa que parques son originales y cuales han sido reconstruidas.
