La obra cumple una resolución del exalcalde Bas para resolver un problema de 25 años
n n n Casi tres décadas después de que fuera concedida la licencia de construcción de uno de los mayores "mamotretos" urbanísticos de Chapela, los propietarios del edificio de la avenida de Redondela iniciaron los trabajos de adaptación a la legalidad urbanística. La resolución que ordenaba derribar la parte que excedía a la licencia original fue firmada por el anterior equipo de gobierno municipal del PP en marzo de este año, dando un plazo de nueve meses, que finalizaba el próximo mes.
La empresa constructora encargada de la obra deberá reducir el edificio en un 38% de su volumen actual, afectando la reducción a los dos sótanos, al semisótano, las tres primeras plantas y la rampa de entrada al garaje, mientras que deberá ser demolida completamente la cuarta planta del edificio, según se recogía en la resolución municipal que ahora se cumple.
Este edifico inacabado se había convertido a lo largo de las casi tres décadas que permanece sin finalizar, en uno de los principales símbolos del "feísmo" urbanístico y del incumplimiento de las normas urbanísticas en el municipio. Con la intervención que han iniciado ahora los propietarios del inmueble, la mole que ahora preside la rotonda de entrada a Chapela se convertirá en un edificio de seis viviendas repartidas en las dos plantas que le serán permitidas. Además, mantendrá el sótano y semisótano actuales, aunque con un menor volumen de edificabilidad.
Para la portavoz del PP, Carmen Amoedo, el cumplimiento de esta resolución supone "el fin de un ciclo con dos formas diferentes de hacer las cosas. La que tuvimos nosotros cuando estuvimos en el Ayuntamiento, haciendo cumplir la legalidad, y la que nos encontramos con una situación que se venía arrastrando desde 1992". n
La empresa constructora encargada de la obra deberá reducir el edificio en un 38% de su volumen actual, afectando la reducción a los dos sótanos, al semisótano, las tres primeras plantas y la rampa de entrada al garaje, mientras que deberá ser demolida completamente la cuarta planta del edificio, según se recogía en la resolución municipal que ahora se cumple.
Este edifico inacabado se había convertido a lo largo de las casi tres décadas que permanece sin finalizar, en uno de los principales símbolos del "feísmo" urbanístico y del incumplimiento de las normas urbanísticas en el municipio. Con la intervención que han iniciado ahora los propietarios del inmueble, la mole que ahora preside la rotonda de entrada a Chapela se convertirá en un edificio de seis viviendas repartidas en las dos plantas que le serán permitidas. Además, mantendrá el sótano y semisótano actuales, aunque con un menor volumen de edificabilidad.
Para la portavoz del PP, Carmen Amoedo, el cumplimiento de esta resolución supone "el fin de un ciclo con dos formas diferentes de hacer las cosas. La que tuvimos nosotros cuando estuvimos en el Ayuntamiento, haciendo cumplir la legalidad, y la que nos encontramos con una situación que se venía arrastrando desde 1992". n
