La Guardia Civil detiene al extrabajador recientemente despedido
La ausencia de signos de fuerza en la cerradura de una caseta en la que se efectuó un robo de material de obra, fueron determinantes para que la Guardia Civil diese con el presunto autor del delito. Se trata de un vecino de Gondomar de 32 años de edad que recientemente había sido despedido de una empresa de construcción que está llevando a cabo unos trabajos en Baiona.
Las investigaciones comenzaron después de que el contratista se presentase en el puesto principal Baiona-Nigrán para denunciar la desaparición de varias herramientas que se encontraban guardadas bajo llave, concretamente una máquina de azulejar, un martillo percutor, un atornillador de batería y varios cubos de pintura de 15 litros cada uno.
Precisamente la ausencia de signos de forzamiento en la cerradura de la caseta llevó a los efectivos a centrar las pesquisas dentro del entorno laboral, que quedaron prácticamente resueltas tras descubrir que uno de los empleados de la compañía acababa de ser despedido días antes de haberse efectuado el robo.
Una vez interceptado y en su defensa, el varón alegó que habría escondido el material en la propia obra para vengarse de su jefe, ya que según explicó, éste le debía dinero correspondiente a nóminas atrasadas. Sin embargo los efectivos del Instituto Armado acabaron desmontando su historia y pudieron confirmar que los elementos robados fueron llevados por el presunto ladrón a su propio domicilio, aunque más tarde los devolvió al punto de trabajo tras enterarse de que estaba siendo investigado.
Tras recuperar el material sustraído del escondite en la obra, los agentes procedieron a la detención del vecino de Gondomar de 32 años de edad como presunto autor de un delito de robo. Tras habérsele instruido la diligencias oportunas el varón fu puesto en libertad en sede policial con la condición de presentarse en el Juzgado de Instrucción de guardia de Vigo cuando sea requerido.
Las investigaciones comenzaron después de que el contratista se presentase en el puesto principal Baiona-Nigrán para denunciar la desaparición de varias herramientas que se encontraban guardadas bajo llave, concretamente una máquina de azulejar, un martillo percutor, un atornillador de batería y varios cubos de pintura de 15 litros cada uno.
Precisamente la ausencia de signos de forzamiento en la cerradura de la caseta llevó a los efectivos a centrar las pesquisas dentro del entorno laboral, que quedaron prácticamente resueltas tras descubrir que uno de los empleados de la compañía acababa de ser despedido días antes de haberse efectuado el robo.
Una vez interceptado y en su defensa, el varón alegó que habría escondido el material en la propia obra para vengarse de su jefe, ya que según explicó, éste le debía dinero correspondiente a nóminas atrasadas. Sin embargo los efectivos del Instituto Armado acabaron desmontando su historia y pudieron confirmar que los elementos robados fueron llevados por el presunto ladrón a su propio domicilio, aunque más tarde los devolvió al punto de trabajo tras enterarse de que estaba siendo investigado.
Tras recuperar el material sustraído del escondite en la obra, los agentes procedieron a la detención del vecino de Gondomar de 32 años de edad como presunto autor de un delito de robo. Tras habérsele instruido la diligencias oportunas el varón fu puesto en libertad en sede policial con la condición de presentarse en el Juzgado de Instrucción de guardia de Vigo cuando sea requerido.
