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De la Antártida a Gondomar para explicar el cambio climático

Alumnos de primaria durante la charla mantenida ayer con Santiago Baluja vía Skype.
photo_camera Alumnos de primaria durante la charla mantenida ayer con Santiago Baluja vía Skype.

Alumnos del CEIP Souto-Donas hablaron vía Skype con científicos destinados en el Polo Sur

 Conocer los efectos del cambio climático directamente desde los polos, y las consecuencias que este fenómeno puede tener directamente sobre la fauna y el ecosistema en general es una de mas metas planteadas por el profesorado de primaria del CEIP pluriligüe de Souto-Donas, en Gondomar. Para ello Marta Mateo, Eva y Tamara Fernández pusieron en práctica una experiencia piloto en el centro y no fue otra que mantener un conversación en directo con científicos destinados en la Antartida para explicar sus experiencias de primera mano vía Skype.
El encargado de responder a las curiosidades del alumnado fue el nigranés y patrón en la base española Juan Carlos I, Santiago Baluja, que mediante fotografías y videos les ilustró cómo es la vida en una de las zonas con el clima más extremo de la Tierra. "La experiencia resultó todo un éxito, porque además de vivir en primera persona cómo es el día a día en el polo sur, les concienció de la importancia del cambio climático", explicó una de las docentes. Prueba de ello es que hace escasos días tuvieron una de las temperaturas más altas de los últimos tiempos, 15 grados centígrados, por contra la mínima más baja de la historia del planeta se registró aquí hace un año. Exactamente en la meseta Antártida Oriental y fueron -98 grados, una cifra que imposibilita la vida a la gran mayoría de los seres vivos que habitan el planeta y que obliga a emigrar a prácticamente todas las especies existentes en la zona. Baluja les explicó precisamente el cambio en la climatología afecta a multitud de especies, muchas de ellas en peligro de extinción y destacó la resistencia de los pingüinos que soportan muy bien las temperaturas en negativo,que superan con creces los 0 grados. 
Por suerte la base Juan Carlos I se encuentra en la costa sureste de Bahía Sur, en la Península Hurd de Isla Livingston y solo está habitada durante el verano austral, que corresponde al periodo comprendido entre noviembre y marzo. Ésta depende de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, y se encarga de la realización de los proyectos de investigación científica que coordina el Subprograma de Investigación en la Antártida del Programa Nacional de Recursos Naturales. Con el fin de interferir en la menor medida posible en el entorno de la zona, no les está permitido dejar ningún tipo de residuo en la zona con lo que se ven en la obligación de reciclar al máximo. 
 

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