La obra de ampliación del Paseo del Lagares avanza con la instalación de dos puentes de madera para dar continuidad a la senda fluvial. El alcalde Abel Caballero y la teniente de alcalde y concejala de Urbanismo, María José Caride, supervisaron este nuevo paso para que dé continuidad al corredor natural.
En concreto, estas nuevas pasarelas son de 15 y 13 metros de longitud y se encuentran a la altura de la calle Naia y cerca del salto de agua de Pozo da Serpe, una cascada con un desnivel en diferentes planos de unos 30 metros y que fue usada como minicentral eléctrica que ahora promete ser uno de los nuevos atractivos del paseo.
El Concello está desarrollando los 3,2 nuevos kilómetros entre Manuel Álvarez y la Avenida de Madrid. “Seguimos avanzando en este nuevo tramo que descubre zonas inéditas y de una belleza excepcional”, declaró el alcalde en un audio remitido a los medios. La actuación cuenta con inversión es de 1,2 millones de euros y según manifestó Caballero, este corredor natural suma 28.700 metros cuadrados de zona verde y habrá cerca de mil árboles nuevos en el entorno. Los trabajos están ya muy avanzados después de que la obra acumulase varios retrasos desde 2021 tras encontrar problemas con un colector de Aqualia y después los efectos de las lluvias torrenciales del año pasado.
De forma paralela, el Concello también proyecta ya completar el último tramo transitable que permitirá recorrer de forma ininterrumpida 12 de los 17 kilómetros del río. Se tratará del paseo desde la carretera de Moledo hasta la conexión con el polígono de Miraflores, con unos 500 metros de extensión.
Este tramo contará con 2,5 metros de ancho en el margen derecho del río para dar forma a una nueva senda peatonal en ese tramo en el que actualmente circulan camiones, coches, peatones y ciclistas. Con la ejecución de esta senda fluvial por el margen derecho del río Lagares se buscará dar solución al acceso en esa zona, permitiendo separar la senda fluvial del tráfico del polígono y mejorar así la seguridad de todos los usuarios. Una vez completado, se trataría ya de la totalidad del paseo transitable a orilla del río, ya que solo quedaría pendiente la subida a la montaña, de acceso muy complicado para continuar el paseo.
