Vigueses aprovechan las altas temperaturas para disfrutar de paseos por la naturaleza y baños en la playa
La primavera está dejando en Vigo jornadas de calor más propias del verano con temperaturas superiores a los 20 grados y que incluso llegan a rozar los 30 grados. Además, el calor no da ni un respiro por la noche, ya que se rondan los 20 grados.
Después de las lluvias intensas que parecían no tener fin, los vigueses agradecen poder salir a la calle sin el abrigo y sin el paraguas y disfrutar de actividades al aire libre. Aún así consideran que son temperaturas muy elevadas. Son valores llamativos a pesar de que la primavera se caracteriza por la inestabilidad en el tiempo. “Es un cambio un tanto drástico. De repente de un fresquillo medio invierno a un calor que parece verano se hace un poco raro”, apunta Juan.
Con estas altas temperaturas las playas se llenan de bañistas. “Ya fui tres o cuatro veces a la playa y es una maravilla”, reconoce José Antonio. Esta estación es una de las favoritas de los vigueses. “La primavera es la estación que más me gusta, incluso para ir a la playa porque hay menos gente y el sol no está tan alto”, confiesa Alberto. Aunque esta época es una de las más temidas por los alérgicos al polen. “Me afecta bastante el polen en primavera, es algo a lo que poquito a poquito nos tenemos que ir acostumbrando”, señala Rodolfo.
El calor que parece haberse instalado en la ciudad también anima a hacer el clásico ‘cambio de armario’, poniendo a mano las prendas más frescas y guardando las de abrigo, aunque algunos tienen las mismas prendas de ropa en el armario durante todo el año. “No cambio mucho de armario porque tengo pocas prendas, en mi armario caben las de verano e invierno”, explica Alberto.
