Balonmano

Palomino y Valles encontraron la inspiración

Ana Belén Palomino sigue desde la portería un ataque del Mecalia Guarés.
photo_camera Ana Belén Palomino sigue desde la portería un ataque del Mecalia Guarés.
La guardameta, con paradas, y la central brillaron en el tramo final ante el Guardés

Ana Balén Palomino y Paloma Valles son dos jugadoras clave en el actual Conservas Orbe Porriño. Pese a que la portera cacereña y la central madrileña tuvieron durante muchos minutos un papel secundario en la eliminatoria entre el conjunto louriñés y el Mecalia Atlético Guardés de cuartos de final de División de Honor. No obstante, ambas surgieron en el tramo final para ser decisivas y asumir un rol que conocen bien dentro de la formación de Isma Martínez. 

Bajo palos, Palomino salió titular tras apenas jugar en el duelo de ida y tuvo números bastante buenos hasta el descanso. Pese a ello, comenzó en el banquillo la segunda mitad. No perdió la concentración y, unos minutos después, regresó a la portería para firmar un tramo de partido notable, con varias paradas decisivas en las que se apoyó el conjunto louriñés para empatar el duelo y clasificarse para las semifinales.

“En estos partidos tenemos que estar físicamente y, sobre todo, psicológicamente preparadas. Juegue una o juegue otra, siempre decimos que estamos juntas en la portería. Hay que estar metidas hasta el final, no hay problema en sentarse y si una tiene que volver a salir, lo hace. Si no, apoyar a la compañera hasta el final. Pudimos conseguir la victoria”, explicó la cacereña. Se dio el caso de que alterna con la argentina Fátima Ayelén como cancerbera y la sudamericana se encontraba algo mermada tras sufrir un corte que necesitó siete puntos de sutura en una pierna. Sucedió en el partido de ida.

“Al volver del descanso, tenía que seguir concentrada por si toca volver a salir, siempre hay que estarlo”, reitera una guardameta que recaló esta temporada en el equipo del Baixo Miño y lo hizo para conocer el derbi gallego de primera mano y con dosis extra. “Te metes en el papel de los derbis y ya te haces como una más de aquí. Como si los vivieras de toda la vida”, expresa. A nivel deportivo, esto supone conocer mucho a las rivales, aunque “todavía me sorprenden de vez en cuando. Esto es deporte y no se sabe con certeza. Al igual que yo las conozco a ellas, ellas también a mí. Nos buscamos las cosquillas”.

Por su parte, la madrileña Malena Valles asumió la dirección de su equipo en los minutos finales, anotó desde los 7 metros el 20-29 y forzó exclusiones clave. Lo hizo en una tramo difícil y en un momento del curso en el que había perdido presencia en la pista ante el buen momento de la también central Carolina Bono. No obstante, en la remontada de su equipo hasta el empate se mostró acertada y provocó varias exclusiones clave. “Es un mérito del equipo. Me sentí bien y asumí la responsabilidad en los minutos finales. La temporada de Paulina Buforn (lateral) es increíble y que nos valiera el empate en casa fue gracias a su partidazo en A Sangriña”, explicó la madrileña sobre el enfrentamiento que supuso la clasificación de la escuadra porriñesa para las semifinales.

Conseguir este objetivo resultó complicado porque durante muchos minutos el equipo de Isma Martínez estuvo por debajo en el tanteador. Llegó a caer por hasta seis goles. “La idea en el vestuario (al descanso) era clara y la gente estaba tranquila. Sabíamos que teníamos que ajustar la defensa y los lanzamientos. Nos faltaba contundencia atrás y no las metíamos delante. Pero vi a las compañeras tranquilas y eso nos permitió ir gol a gol en la segunda parte”, relató Valles.

La jugadora vive su segunda campaña en O Porriño y, desde que llegó, firmó un notable rendimiento. Además, entrena al conjunto cadete femenino. “Me han acogido como en mi casa desde el primer día. Llevo el cadete A y noto esa familiaridad. Tengo mucha suerte porque tanto los padres como las niñas te hacen sentir como en casa”, expresó la entrenadora y jugadora del Porriño.

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