El Celta aprende puntería

Iago Aspas y Anastasios Douvikas celebran el segundo gol del moañés el pasado sábado.
photo_camera Iago Aspas y Anastasios Douvikas celebran el segundo gol del moañés el pasado sábado.
Realizó ante Las Palmas 13 tiros entre los tres palos, 9 de ellos en la segunda parte, su mejor marca del curso

Además de la capacidad para remontar, lo que siempre da alimento anímico para varios días, la gran virtud del Celta el pasado sábado en su victoria contra la Unión Deportiva Las Palmas fue la puntería. Nada menos que 13 de los 21 tiros a portería realizados fueron entre los tres palos, la cifra más alta de la temporada. Un bombardeo al que hizo frente con mucha dignidad el meta canario Álvaro Vallés, con intervenciones de mérito que no pudieron evitar la goleada final.

 

 

No está destacando el Celta esta campaña por esa capacidad de ajustar el balón a la portería rival, acabe o no el golpeo en gol. Sólo en otra ocasión más había superado la decena de disparos entre palos, concretamente contra el Getafe en la jornada 9, cuando llegó a 11. Pero con dos matices importantes: fueron 11 por dentro de 26 totales y, no menos importante, el rival jugó con un hombre menos desde el minuto 30 de la primera parte. Además, para más inri, este encuentro no terminó en victoria, sino en empate a dos goles.

Con todo, la media celeste no llega ni a 5 disparos por partido (4,3). Muy por detrás de los 6,5 con los que lidera el ránking el Real Madrid y un tanto por encima del 3,1 con el que lo cierra el Cádiz.

Del duelo ante Las Palmas, ya la primera parte, pese al mal comienzo, había tenido un buen nivel en tiros entre los tres palos, con cuatro, dos de ellos los tantos de Iago Aspas y Williot Swedberg. Pero la verdadera tormenta ofensiva se produjo tras el descanso, con nada menos que 9 disparos con puntería, de los que sólo dos tuvieron una celebración final con los tantos de Anastasios Douvikas y, de nuevo, Aspas. 

En cuanto a los autores, el más prolífico en probar suerte ante Las Palmas fue Carles Pérez, con 5 disparos, seguido por los 3 de Iago Aspas. Claro está que con una efectividad bien distinta, pues el catalán sólo encajó entre palos dos de sus tiros y ninguno acabó en gol, mientras que el moañés no tiró ni uno fuera y celebró dos tantos.

En el global de la temporada, Aspas y Jorgen Strand Larsen mantienen un ajustado duelo por ser el rematador del equipo. El noruego, que ha jugado más minutos, gana por ahora con 71 intentos, por los 70 del capitán. El nórdico también tiene una puntería más calibrada, con 30 balones entre palo, por los 24 del morracense.

La posesión no obsesiona

El Celta de Claudio Giráldez demostró el sábado al resto de equipos de la Liga que no pueden dar por sentado todo a la hora de analizar su manera de jugar. Insistía en los días previos el técnico en la necesidad de no ser previsibles y ante Las Palmas dio un giro inesperado en su propuesta: de apostar por la posesión con fuerza en sus tres primeros encuentros -64,7% ante Sevilla, 60,9% ante Rayo y 53% ante Betis- para ser el segundo conjunto en Primera con un porcentaje más elevado sólo por detrás del Barça en ese tramo, a ceder el balón a la Unión Deportiva para aprovechar los espacios e incluso aumentar su capacidad de llegada. Esta última determinación provocó una posesión de 31,5 %, la cuarta más baja de toda la temporada -teniendo en cuenta que a Rafa Benítez no le importaba un ápice perderla- y la más baja de local.

Por el momento, el duelo con menos balón del conjunto celeste fue la visita al Barcelona, con aquel 3-2 en contra tras remontar los culés un 0-2 en los últimos minutos. Fue un 25,9% de posesión. El segundo del ránking fue la visita, precisamente, a Las Palmas: un 26,4% para acabar perdiendo 2-1 con gol en el minuto 96. Y el tercero se corresponde con la visita a Pamplona, con aquel 0-3 que sólo precisó de un 30,1% de balón.

Con todo, la apuesta del sábado viene dada por el rival y no será perenne. Contra el Alavés regresará el control con balón.

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